El desguace prematuro a nivel mundial de buques graneleros como consecuencia de la estrepitosa caída de fletes, no sólo se está reflejando en la reducción de nuevos encargos, sino también en la cancelación de otros contratos en curso por falta de financiación. Por el contrario, según leemos en la prensa internacional especializada, la existencia de una mayor fortaleza en el mercado del petróleo y sus derivados está provocando que algunos armadores negocien el cambio de modelo de buques para dedicarlos al tráfico “tramp”.
El asunto, sin embargo, no es tan fácil. Un cambio de modelo de buque implica una serie de costes considerables cuando el proyecto ya está iniciado, además de diversos aspectos técnicos. Otra cosa es solicitar el cambio en la fase inicial y depende del cliente. Si quien pide el cambio tiene mucho peso específico, “se puede hablar y negociar compensaciones”, afirma Hyundai, pero si el cliente no tiene ese nivel, es tiempo perdido. Todo es cuestión de intereses, y de dinero, por supuesto. Mientras tanto, pendientes de que cambie el curso de los acontecimientos y en el mercado de fletes, los chinos tienen mucho que decir en la actualidad.
Los astilleros asiáticos tienen el dominio mundial en
la construcción de petroleros / Foto: Stena Bulk
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