Elblogoferoz/ Mónica Ledesma.- Tras el despertar del día, las calles vacías comienzan a transformarse en un deambular de personas. Gente anónima que no se diferencia, que sigue las mismas pautas, colores o estilos mientras dirige sus pasos hacia la diaria rutina. Un cliché de tendencias que, de repente, alguien rompe por el simple hecho de que le gusta que le miren y que le admiren. Alguien valiente, osado, único, rebelde y, sobre todo, transgresor. Camaleones urbanos que aman una moda alejada de patrones establecidos, que se camuflan entre prendas vanguardistas y que huyen de tendencias para crear las suyas propias. Esta es la esencia del street style y así es el diseño que defiende una firma tinerfeña independiente con un nombre peculiar: Camaleoni-K.
Raquel Rodríguez es la diseñadora de esta joven marca que, con tan sólo tres años en el mercado, ha logrado posicionarse con su característico estilo dentro de un sector tan competitivo como el de la moda. Vinculada profesionalmente al mundo de las artes escénicas, la publicidad y la televisión, donde trabajó durante más de una década, esta artista tomó un día la decisión de dejar atrás su estabilidad laboral para empezar a dar forma a su sueño desde niña. Fue así como nació su firma, cuya primera colección vio la luz en 2011.
La firma tinerfeña, al frente de la diseñadora Raquel Rodríguez, nació hace tres años con una filosofía muy particular basada en el street style
“Mi pasión por el diseño viene desde que era muy pequeña, pues crecí en el taller de costura de mi madre, donde jugaba con los retales a hacerle la ropa a las muñecas. Cuando cumplí seis años rompí la hucha y me fui a una tienda que estaba cerca de casa a comprar telas, con las que me hice yo misma un top y una falda. Casi no podía ni caminar por miedo a que se descosieran, pero fue mi primer contacto directo con la moda”, recuerda entre risas.
Vinculada a las artes escénicas
Raquel creció y con ella sus ganas de formarse en lo que era su ilusión desde niña. Se especializó en patronaje industrial y, una vez concluyó su formación, se aventuró a participar en un certamen de moda para diseñadores noveles en Tenerife, donde quedó finalista. No obstante, las grandes barreras de la insularidad a las que tuvo que hacer frente para poder desarrollar su primera colección a concurso la hicieron desistir de continuar en esta senda, por lo que dirigió sus pasos hacia el diseño de vestuario enfocado a las artes escénicas. “Estuve doce años trabajando para compañías de teatro y danza de Canarias, labor que compaginé con la del estilismo de los presentadores y actores de un conocido programa de televisión”, añade.
La marca, con tres colecciones en mercado, centra sus creaciones en el diseño de autor, haciendo un guiño al eclecticismo más vanguardista
A pesar de que este trabajo le apasionaba, no obstante ella sentía que algo faltaba en su vida. “Crear mi propia firma era algo pendiente, un reto que había ido dejando a un lado por los grandes costes que lleva implícito diseñar desde Canarias, donde la exportación e importación de cualquier producto se multiplica y hace más complicado dar forma a cualquier proyecto. No obstante, determinadas circunstancias me llevaron hace tres años a tomar esta decisión y fue cuando aposté por tener mi propia firma”, matiza.
Ampliar mercado
Camaeloni-K se gestó vinculado a un proyecto artístico, la Pensión del Arte, donde diferentes artistas canarios de disciplinas dispares se unieron para mostrar su creatividad en espacios no convencionales de las Islas. Fue así como los originales diseños de la marca llamaron la atención del público y comenzaron a afianzar las raíces de una iniciativa a la que sólo han bastado tres años para empezar a caminar con paso firme sobre el estilo más vanguardista. Pasos que se han transformado en alas y que harán volar a esta enseña canaria hacia nuevos mercados, gracias a su próxima participación en la feria textil Momad Metrópolis de Madrid, a donde acudirá con stand propio a finales de esta semana.
Pese a su corta trayectoria, Camaleoni-K ha sido seleccionada para participar en Momad Metrópolis Madrid como firma emergente
Considerando al mundo del vestir como una segunda piel, la firma destaca por ese delicado mimo hacia los detalles diferenciadores que potencian la personalidad de cada prenda. Una producción exclusiva y de edición limitada que ha sido definida como diseño de autor. Tendencias eclécticas que beben de la inspiración del street style para vestir a “gente ególatra a la que le encanta sentirse bien consigo misma, que sabe que sólo se vive una vez y que esa vida, al igual que sobre las tablas de cualquier escenario, es también un teatro”, añade Raquel.
Colecciones
Con tres líneas actuales en mercado: ‘Be Unique’, ‘Fiesta’ y la más reciente ‘Be Rebel’, Camaleoni-K empieza a crecer en calidad y en productos, como así lo demuestra la incorporación de complementos unisex, como bolsos o pajaritas, que se presentan como novedad para esta temporada. Colores, tejidos y diseño que se fusionan para crear arte en forma de moda. Diseños que juegan con la sencillez de líneas limpias y tejidos vaporosos en los que se acorta el talle para resaltar la feminidad, con el único fin de transmitir un mensaje en forma de prenda. Una opción más para esos hombres o mujeres que se sienten, simplemente, camaleónicos.
Esencia de un diseño que busca marcar diferencias, arriesgando en formas y texturas, para vestir a personas atrevidas pero coquetas. “Con cada prenda busco hacer especial a quien la lleve, a quien no quiera pasar desapercibido ante los ojos de los demás. La vida es un teatro y todos nos tenemos que enfrentarnos a muchas situaciones distintas, pero creo que a la hora de vestir hay muy pocos que osan a ser diferentes. Eso es lo que intento cambiar con mi ropa, que tengas un modelo especial y único, siempre basado en el comercio justo, con el que según te levantes cada día puedas vestirte acorde a cómo te sientes”, explica la creadora.
Una firma peculiar que apuesta por la atemporalidad de sus colecciones en base a una producción cien por cien canaria y casi artesanal, de ahí que se defina como marca exclusiva al apostar por un diseño limitado de prendas únicas para gente única. Moda que oscila entre los 25 y los 400 euros pero que se enhebra a una peculiar filosofía de vida y de estilo. “Con ‘Be Unique’, que es más pret-a-porter, y ‘Be Rebel’, la línea más urbana y deportiva, trabajamos cuatro tallas por modelo y color, aunque muchas de las prendas están abiertas al término on demand, es decir, que vía online se puede solicitar una talla XS o XXL. Por su parte, ‘Be Unique Fiesta’ es única y sólo existe una talla por cada vestido”, destaca. Vestidos, short, faldas, tops, blusas, camisetas o sudaderas en las que prima el uso de tejidos de punto, poliéster, licra y algodón, así como la seda, el satén o la gasa para la noche.
Moda que cuenta actualmente con puntos de venta en Santa Cruz y La Laguna, pero que también ha viajado a países como Alemania, Francia o Suecia a través de la tienda online de la firma (www.camaleoni-k.com), un mercado in crescendo que Raquel confía en poder afianzar tras su participación en Momad Metrópolis. “Fuimos seleccionados para participar en esta feria como marca emergente y lo que esperamos es lograr la visibilidad de la firma y comenzar a abrir nuevos mercados. Por ello, vamos a presentar nuestra colección atemporal de la línea ‘Be Unique y Fiesta’, la cual hace un guiño a las décadas de los 40 y 50 dentro del mundo del teatro, especialmente influenciado por el universo clown, así como la nueva colección ‘Be Rebel’, que es la línea más transgresora inspirada en la obra del pintor norteamericano Jackson Pollock”, comenta la diseñadora.
Camaleoni-K sigue caminando por una senda de ilusiones. A pesar de que el pasado febrero fue invitada a desfilar sobre la pasarela de Tenerife Moda, aún no quiere desvincularse de esa independencia con la que surgió como marca. “Somos una firma joven y entiendo que aún no hemos madurado para formar parte del colectivo. No obstante, no puedo quejarme sobre el transcurrir de la enseña, pues cuento con mi propio estudio, en pleno corazón de la capital tinerfeña, y es allí donde diseño, realizo el patronaje y el corte de cada prenda, las cuales se confeccionan en talleres de la Isla. Vamos lentos, pero seguros. Nuestro trabajo es fruto del amor a nuestras profesiones y, por tanto, no hay mayor felicidad que alimentar día a día nuestras pasiones”, concluye.
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