Tras firmar Blake Lively un contrato con la marca L’Oreál París en 2013, es ahora su marido Ryan Reynolds quién se une a la compañía de cosmética como rostro de la línea Men Expert.
Fue en el pasado mes de octubre cuando la marca francesa anunciaba la incorporación de la actriz Blake Lively a su nómina de rostros mundialmente famosos cómo embajadora de sus productos. Curiosamente, pocos meses después es su marido, el actor Ryan Reynolds, quién hoy ha anunciado que ha finalizado su primera sesión de fotos como nuevo portavoz del gigante de la belleza, así que ya es oficial que formará parte del grupo de rostros de Men Expert, la colección de productos masculinos de L’Oreál París.
Fuente: L’Oreál París
¿Significa este acontecimiento en la trayectoria de L’Oreál París que la posibilidad de unir publicitariamente a dos miembros de una misma pareja bajo el paraguas de una marca es un aval comercial para incrementar sus ventas? Realmente no parece que sea así, ya que el Grupo L’Oreál siempre ha diferenciado religiosamente la separación entre sus líneas masculinas y femeninas. Y no sólo con campañas cuyos conceptos siempre fueron muy claros y contrapuestos: blanco y negro para el hombre, color y mucha piel para la mujer… Sin embargo, la evidencia de esta incorporación bien podría responder a un acuerdo que se nos escapa y que nunca será desvelado, y que encontraría su origen en una cláusula que supuestamente se justificara de esta forma: “firmamos un acuerdo en tiempos diferentes que nos ayude a posicionar nuestra carrera cinematográfica en el mapa internacional“. ¿Y por qué? Porque ninguno de los dos actores destaca por grandes éxitos profesionales ni por rodajes que los sitúen en una importante posición de fuerza frente a otros rostros con carreras muy prolíficas, repletas de premios. De esta manera, tanto Lively como Reynolds aportarían un deseo de compra aspiracional en el punto de venta, mientras que el poder mediático de L’Oreál París, sin olvidar que es la marca patrocinadora del Festival de Cine de Cannes, se encargaría de hacerlos inmensamente populares (más de lo que ya son, claro) en todo el mundo con ambas campañas publicitarias. Así que, ¡trato hecho!
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