Los parroquianos del Bar de Pepe, en su mayoría parados y pensionistas, están cabreadísimos. El que más o el que menos con hijos, nietos a su cargo no saben muy bien cómo van a salir adelante con el tema de los colegios, las matriculas en la universidad, los libros, uniformes y la biblia en pasta.
De vez en cuando me siento en la pequeña terraza a tomar una cañita y leer la porquería de prensa que hay en España, con excepción de unos pocos medios contados con los dedos de una mano, los demás son asquerosa mierda escrita por mediocres pringaos que se venden por menos del valor de un plato de lentejas.
Antonio, el Guardia Civil jubilado es el más cabreado de todos, lo oigo vociferar en la mesa de al lado con su puro en la boca y el carajillo en la mano diciendo “la culpa de todo lo que nos pasa es del Rey que traicionó a mi teniente coronel y lo dejó con el culo al aire en el Congreso”, el otro le contesta “pues gracias al Rey no estás tú en el talego, así que no te quejes”. Por lo visto, Antonio, el ex picoleto, estuvo metido en un asunto raro de contrabando en la Comandancia de Cádiz y gracias a la subida al trono de Juan Carlos I y su indulto se salvo de la cárcel.
Aprovecho para preguntarle a Pepe que tal le va y me dice que sigue esperando el rescate de Rajoy, pero que de momento lleva sin pagar los impuestos casi un año y que cuando le reclamen les dirá que vengan y se queden con el chiringuito que él ya está hasta los cojones de trabajar para medio comer. Así de repente y como no queriendo la cosa me pregunta “¿Oye listillo, no te acuerdas que te dije que iban a meter mano en la educación para ir eliminando la escuela pública? Pues ahí a la vista está que se la quieren cargar.”
Le digo a Pepe, que no es eso, que por lo visto cada nuevo gobierno quiere reformar a su antojo la educación, con el pretexto de mejorarla lo único que hacen es empeorarla, de tal modo que dentro de poco valdrá la pena mandar a estudiar a nuestros hijos a Alemania que hacerlo aquí, por lo menos que paguen ellos lo estudios ya que se van a beneficiar de su talento.
El problema de la educación es complejo pero es solucionable, lo cierto es que nuestros estudiantes siempre dan el cante en lo que se refiere informe PISA (Proyecto Internacional para la Producción de Indicadores de Rendimiento de los alumnos)
Los indicadores del rendimiento de los alumnos proporcionan a los responsables de la educación unos datos que pueden servir de base para reflexionar la eficacia y eficiencia de sus sistemas educativos y que permiten comparar el grado en que los sistemas de educación de otros países sirven a sus estudiantes. Además contribuye a la tarea de rendir cuentas a los ciudadanos sobre el estado y la gestión de la educación y proporciona una base para la toma de decisiones políticas, para supervisar con un mecanismo común los sistemas educativos descentralizados y para fundamentar las reformas educativas y las mejoras de las escuelas, especialmente en aquellos casos en que las escuelas o los sistemas educativos con recursos similares logran resultados muy diferentes.
El informe es trianual (el último de 2012) y participan en él alumnos de 15 años de 57 países en materias de ciencias, matemáticas y lectura. Participaron 375.000 estudiantes, de España, casi 20.000 alumnos de Secundaria de 686 colegios o institutos. El informe para los nuestros es demoledor. Si el aprobado lo marca la media de los países de la OCDE (491 puntos) ya tenemos un suspenso. Ciencias: Finlandia 563 puntos. España 32ª con 488. Matemáticas: China Taipei con 549 puntos. España 32ª, 480 puntos. Lectura: Corea del Sur 578. España 35ª con 461 puntos.
España, además, protagoniza el peor descenso en comprensión lectora de los países de la OCDE (480 puntos en el último informe del 2003) por lo visto nuestros hijos no entienden lo que leen, a la quinta línea de cualquier texto se pierden. Fatal.
Si a esto le añadimos la nueva propuesta educativa del mediocre y estúpido ministro del ramo Sr. Vert. Es tan imbécil este hombre que incita a los estudiantes a salir a la calle a manifestarse violentamente, cuando dice “comparando las manifestaciones de nuestros estudiantes con la de los estudiantes chilenos, los nuestros lo que hacen es una fiesta de cumpleaños” el cabreo de los estudiantes es monumental y le prometen al gilipollas del ministrillo una sonora y recordada marcha por la educación, educación que es lo que parecen tener todos los agentes sociales, excepto el tolete del Sr. Vert.
El individuo se ha convertido en el ministro peor valorado desde los tiempos de la Dictadura donde, incluso, Arias Navarro le superaba en nota.
La falta de becas, de profesores y catedráticos en Universidades e Institutos donde se cierran instalaciones y se hacinan estudiantes, como en el caso de Tenerife en el IES Teobaldo Power, que soporta los estudiantes de dos institutos; es tanto el caos que en el recreo no tienen sitio para realizar cualquier actividad por la masificación de jóvenes, “esto parece a las cárceles colombianas que hemos visto en las pelis”, comenta uno de los estudiantes.
Las altas tasas universitarias, el cierre de comedores escolares, la poca autoestima de la mayoría de los profesores unida al desanimo provocado por una serie de leyes que han sido creadas sin el consenso de los profesionales y las APA, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Las restricciones en educación y cultura forma parte de un meticuloso plan de eliminación selectiva que tienen como objetivo unos futuros profesionales muy empollones, con notas de corte muy altas, altísimas, pero nada vocacionales. Tendremos médicos especialista que sabrán de memoria el vademécum de la medicina moderna, pero serán incapaces de acertar con los síntomas de una enfermedad cualquiera. No he estado nunca de acuerdo con las notas de corte para entrar en la Universidad y si la de elegir los estudios que vocacionalmente elija el universitario, a partir del aprobado en el acceso o la reválida debería ser suficiente para elegir carrera.
De todas formas, según el ministro de la cosa educacional, “solamente se quedarán sin estudios unos 10.000 estudiantes”, los sindicatos estiman en más de 60.000 los que no podrán pagar las matriculas por no poder recibir nada de becas.
Le pido a Pepe que me sirva una jarrita de birra y me la sirve con unas “papas bravas” que conociendo como pican por la última vez que las probé, las rechazo cortésmente y le pido un poco de jamón de mono (manises).
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