EBFNoticias/ Mónica Ledesma.- De la vocación nació su pasión por el periodismo, un oficio que comenzó a ejercer a principios de los años 70 y que ha ido alternando con su activo papel en la vida política. Salvador García Llanos, considerado un maestro de periodistas deportivos, fue alcalde de Puerto de la Cruz por el PSC a finales de los 90, delegado del Gobierno en Canarias en 2008 y, ahora, se enfrenta a un nuevo reto profesional: presidir la Asociación de la Prensa de Tenerife (APT).
Se define como periodista y bloguero, aunque confiesa que el sentimiento creciente de informar y de comunicar fue lo que le llevó a decantarse por una profesión que le llevaba a contar lo que sucedía a su alrededor. «Era lo mío, sin duda. A los 11 años leí publicada mi primera entrevista y, aunque cursé estudios de Derecho en la Universidad de La Laguna, la vocación pudo más e hice del periodismo mi medio de vida. Me preocupó siempre la formación, leí a unos cuantos teóricos y llevé a cabo varios estudios específicos profesionales», asegura.
En los años setenta ya simultaneaba su profesión en Radio Popular de Tenerife y el periódico La Tarde. En 1976 se incorporó a Diario de Avisos y, a partir de 1987, prestó servicios en Radio Nacional de España en Canarias. Después, en 1993, fue designado redactor-jefe de Diario de Avisos. Colaboraciones en la SER y Onda Cero, junto a su parte activa en la formación del consejo fundador de la RadioTelevisión Canaria han contribuido a forjar su nombre al de los grandes del periodismo en las Islas. Asimismo, ha publicado en medios especializados y también mantuvo una sección de opinión en Teidevisión, Canal 6.
Desde principios del siglo XXI su rostro y su voz pausada ha aparecido con regularidad en medios audiovisuales, mientras que su certera pluma también pasea por distintos digitales como canariasahora.com, idiomaydeporte.com, diariocastillalamancha.com y tribunamunicipal.es. «Soy bloguero, actualizo diariamente garciaenblog.blogspot.com y, además, he publicado cuatro libros», destaca el veterano periodista con quien hoy analizamos la situación de la prensa en Canarias.
– Se presenta un nuevo reto tras su reciente elección como presidente de la APT. ¿Cuáles son los objetivos a conseguir para el colectivo. Está en mente la creación de un Colegio Profesional para evitar tanto intrusismo en la profesión?
-En primer lugar, crear el Colegio Canario de Periodistas, un paso decisivo, ciertamente, para dignificar la profesión y para su autoregulación. Se han hecho avances que deben completarse a lo largo de 2016. Queremos incidir en la formación y mejorar las prestaciones internas para el colectivo. Después, aspiramos a contar con una sede más operativa y más funcional que la actual. Creo que es positivo que los periodistas estén representados y se sientan mínimamente protegidos. No somos muy dados a la vida asociativa o gremial. Hay que cambiar la actitud.
– ¿Se puede estar a galope, como ha sido su caso, entre el periodismo y la política, dos profesiones tan dispares y entre las que ha existido una especie de relación amor-odio?
– He hecho ese recorrido, sin galopar, y me he esmerado en la compatibilización de ambas actividades, respetando papeles y condiciones, con un responsable sentido de la institucionalidad, del pluralismo y de consideración de los destinatarios de los mensajes. La relación amor-odio es discutible. He procurado en todo momento, pese a cultivar mayormente el género opinión, ser ecuánime y ponderar los factores que concurren en cada situación sobre la que escribo. Tengo un alto sentido de la autocrítica y siempre me he definido como un obrero de la comunicación.
-¿Defiende la necesidad del periodismo formado y profesionalizado?
-Si, claro. Las exigencias de la sociedad de nuestros días y la propia evolución de los medios obligan a contar con profesionales cada vez mejor preparados y siempre dispuestos a aprender nuevas cosas.
-¿Considera que el intrusismo que padece esta profesión ha afectado a la mala percepción que muchos ciudadanos tienen hoy en día del periodista?
-No sería, en todo caso, la única razón. Creo que la carencia de humildad, el egocentrismo y participar, de alguna manera, en la vertiente espectáculo del periodismo, también han hecho mucho daño. Merman la credibilidad. Estoy de acuerdo en que todos debemos esforzarnos para mejorar esa percepción.
– En su opinión, ¿el periodismo ya no es lo que era, máxime ante la actual situación que atraviesa el sector? ¿Qué o quiénes han fallado?
-El periodismo ha avanzado y quiere superar algunos clichés y los retos que se presentan, entre ellos los nuevos modelos de negocio. Pero sin periodistas, la información es imposible. Hay que fortalecer su condición profesional, aún a sabiendas de que no es una tarea sencilla. Creo que hemos fallado todos, incluidos los editores, si se trata de socializar las pérdidas. Pero no esperemos que vengan otros a arreglarlo. Las soluciones dependen de nosotros mismos, de nuestra capacidad creativa y emprendedora.
-¿Se han convertido los blogs en el nuevo periodismo del siglo XXI?
-Es un canal más, han enriquecido la oferta informativa y expresiva. Con algunos de ellos, francamente bien hechos, se aprende. Quienes los mantienen hacen un ejercicio personal muy estimable.
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