La Plataforma por un nuevo modelo energético para Canarias anima a la consejera de Industria a conocer las propuestas alternativas que pueden prescindir del gas natural y apostar por el modelo energético que genera empleo y riqueza en Canarias frente al derroche actual de recursos.
Elblogoferoz.- La Consejera de Industria del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, ha realizado recientemente unas declaraciones mostrando su disposición a recibir y estudiar propuestas alternativas a la introducción del gas natural en Gran Canaria y Tenerife. La Plataforma por un nuevo modelo energético para Canarias acoge estas declaraciones con alegría y extrañeza al mismo tiempo. Si bien se abre un necesario camino de reflexión y trabajo, el colectivo sostiene que esa alternativa al gas ya existe.
En concreto, la Plataforma recuerda a la consejera que en esta misma legislatura su consejería encargó un estudio al ingeniero Roque Calero para evaluar alternativas al sistema eléctrico de Gran Canaria. En dicho estudio se analizaron hasta 14 alternativas mediante combinaciones de tecnologías que incluían el gasoil, el fuelóleo, el gas natural, la eólica y el sistema de bombeo. Cada combinación fue sometida a un análisis de su capacidad para suministrar con garantía a todos los clientes, de emisiones de carbono y del coste total, resultando precisamente la más barata la que suponía suministrar hasta un 63% de electricidad procedente de eólica con el apoyo del bombeo de las presas de Chira y Soria, además de grupos diesel flexibles.
Para la Plataforma las cuentas salen cuando se compara el gas natural con las renovables y no solo con el petróleo. Y a su vez se preguntan por qué ahorrar 240 millones anuales si podemos ahorrar más de 600 al tiempo que apostamos por atraer inversión, crear empleo y riqueza local, además de reducir emisiones y dependencia externa y convertirnos en un destino turístico sostenible.
A juicio del colectivo, la elección por el gas demuestra la fuerza del monopolio eléctrico, su resistencia al cambio y a dejar de seguir marcando la pauta de la evolución de los sistemas eléctricos insulares. Opinan también que los diferentes responsables al frente de la consejería de Industria no han tenido la valentía de salirse del guión y de una política continuista y bajo el miedo infundado a poner en riesgo la seguridad de suministro. Hoy por hoy, el cambio en el modelo energético no solo responde a razones ambientales sino sobre todo porque las tecnologías renovables son más competitivas en Canarias, se abaratan y aumentan su eficiencia frente a las fuentes convencionales.
El colectivo apuesta por un cambio de modelo basado en el ahorro y la eficiencia energética, así como en las renovables de generación distribuida, mediante un proceso de transición. Si bien puntualizan que cuando hablan de cambio de modelo no se trata de una sustitución inmediata de las tecnologías fósiles por renovables. Reconocen que para pasar al nuevo modelo energético es imprescindible planificar la transición con el apoyo de grupos diesel, tal como contempla la alternativa más eficiente de Roque Calero. Y de ahí alcanzar progresivamente mayores cotas de soberanía energética.
En la transición, la introducción del gas natural no resuelve los problemas de dependencia, sobrecostes y contaminación y además obstaculiza el desarrollo de las renovables. La Plataforma realiza esta afirmación bajo el argumento de que para que el gas sea económicamente viable las Directrices de Ordenación Sectorial de Energía (DOSE) le reservan una cuota mínima del 37%, además de que los ciclos combinados de gas funcionen al menos 5.000 horas al año. Al mismo tiempo, el Ministerio de Industria ha allanado el camino a la viabilidad del gas eliminando el derecho de acceso preferente de las renovables a la red.
Todos estos cambios realizados por la administración autonómica y estatal, en opinión de la Plataforma, ponen de relieve cómo se trabaja desde las instituciones para forzar la viabilidad del gas natural y crear unas condiciones ideales y ventajosas para los intereses del monopolio energético. Insisten en que además implica comprometer dinero público para reducir los costes de empresas privadas que año tras año aumentan sus beneficios.
El colectivo anima a Francisca Luengo a que no tenga miedo al nuevo modelo energético sin el gas natural y con renovables, pues técnicamente es posible y, sobre todo porque siendo también responsable de empleo, habrá más trabajo y riqueza local. Añaden que Industria tiene una oportunidad de demostrar cómo un gobierno autónomo observando el panorama energético global y local opta por un cambio en el modelo energético en defensa de los intereses generales y del medio ambiente.
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