Ayer mismo me llegó a mi correo electrónico uno de esos mensajes en cadena remitidos por duendes y elfos que debes reenviar casi de inmediato a 20 amigos, como mínimo, para que la suerte llegue a tu vida, en general de forma de dinero abundante. El mensaje, por supuesto, te dice que con el dinero podrás comprar una casa, pero no un hogar, y otras sandeces a caballo entre la melancolía y el espiritualismo bobo. Sin embargo, me hizo caer en la cuenta, una vez que hube leído las consecuencias que tiene para las personas que rompen la cadena, que debe ser cierto lo que contiene el email.
Veamos, Juan Fernando López Aguilar recibió el mensaje pero lo tiró a la basura y perdió la secretaría general del PSOE en Canarias. Lo recuperó y, tres semanas después, fue elegido eurodiputado.
Paulino Rivero recibió el mensaje, lo reenvió rápidamente a 24 amigos y volvió a ser elegido presidente del Gobierno de Canarias.
Luz Reverón no envió los mensajes y no contaron con ella en las listas electorales. Y además, se ha tenido que dar de baja en Coalición Canaria.
Ignacio González envió su mensaje a todos sus amigos y además a los trabajadores de la empresa de su padre. A las dos semanas era elegido diputado y seis meses más tarde conseguía dos senadoras en Las Cortes.
Juan Manuel García Ramos no hizo caso del mensaje y no fue elegido. Luego recuperó la cadena y puede que llegue al Parlamento cuando ‘jubilen’ a José Miguel González.
José Miguel Pérez fue elegido secretario general del PSOE en Canarias después de que López Aguilar rompiera la cadena de los mensajes élficos. Sin embargo, Pérez ha borrado del ordenador la cadena. Dicen que perderá la secretaría general este mismo año.
Margarita Ramos, consejera de Empleo del Gobierno de Canarias ha asegurado que el elevado número de parados de las Islas se debe, fundamentalmente, a que los desempleados rompieron la cadena de los mensajes. Espera que acudan a un cibercafé y remedien la situación. El Gobierno, ha dicho, no puede hace nada más al respecto.
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