Lo hemos leído con frecuencia: hay que distinguir la información de la opinión. O esta otra: tal programa o tal medio se caracteriza sobre todo por el contenido opinativo. Y también: no informa; emite juicios de valor.
Este exceso de opinión, desde luego, se ha convertido en un serio problema del periodismo de nuestro tiempo. Lo condiciona, lo desvirtúa, hasta lo inclina ideológicamente. Aporta un sesgo que satisface al lector o al oyente, o por el contrario, lo marca de tal manera que puede provocar hasta el rechazo.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, convertidas en un espectáculo de difícil encuadramiento, han puesto de manifiesto lo difícil que es mantener el equilibrio que, por otro lado, debe ser una autoexigencia para los informadores y cronistas. Otra cosa son los comentaristas que expresan sus criterios como libremente desean hacerlo. Luego gustarán más o menos, compartirán o discreparán, más o menos igualmeente, de las ideas reflejadas en un texto o en una intervención. Y otra connotación: la línea editorial -mejor sería decir empresarial- también es determinante, aunque cambiar sea, especialmente en nuestro país, moneda corriente.
Katie Couric, una de las figuras más influyentes del periodismo televisivo en Estados Unidos, ha sido la encargada de inaugurar el programa ‘Compelling Perspectives’ para el año académico 2024-2025 en Lehigh University, un popular ciclo de debates anual por el que han pasado ex primeros ministros, empresarios y otras personalidades.
Este año, el Compelling Perspectives está dedicado al papel de los medios de comunicación en la sociedad contemporánea. El próximo ponente será el ex director de The Washington Post Marty Baron, el 5 de diciembre.
La ex presentadora y editora gerente de “CBS Evening News” y copresentadora del programa “Today” en NBC participó en una charla con el presidente de la universidad, Joseph J. Helble, en la que abordaron una amplia gama de temas relacionados con el periodismo actual, desde la evolución de los medios hasta los desafíos éticos que enfrentan los profesionales de la información en la era digital.
Couric, quien también es autora de best-sellers y una reconocida defensora de la investigación contra el cáncer, compartió reflexiones sobre el estado del periodismo, el impacto de la tecnología y el uso de la inteligencia artificial en los medios, así como el papel crucial que juega la verificación de hechos en un entorno cada vez más polarizado.
Durante su intervención, Couric abordó uno de los fenómenos más destacados de los últimos años: la fusión de noticias y opinión en muchos medios. Mientras que cuando trabajaba en ‘Today’ su tarea era hacer preguntas y desafiar a los entrevistados, hoy en día muchos espacios mediáticos, como hemos dicho, están dominados por la opinión, lo que hace más difícil encontrar una narrativa basada únicamente en hechos. “Las ondas están realmente dominadas por noticias de opinión”, lamentó, señalando el impacto que esto tiene en la forma en que el público percibe la realidad.
Otra de las conclusiones de este evento es la dificultad para tener conversaciones matizadas. Couric reflexionó sobre la creciente tendencia hacia el pensamiento binario, donde las discusiones se polarizan y se presentan en términos de blanco o negro, sin espacio para matices. En su opinión, esto ha hecho que las conversaciones públicas se vuelvan cada vez más difíciles. También destacó el problema de la perpetuación de falsedades en el discurso público y su impacto en la credibilidad del periodismo. “Es muy difícil tener una conversación matizada hoy en día”, expresó Couric.
No faltó espacio para abordar el impacto de la desinformación y la credibilidad de los medios. Durante la sesión con los estudiantes, Katie Couric también habló sobre la amenaza que representa la desinformación para los medios de comunicación y la sociedad. Reflexionó sobre su experiencia cubriendo temas de salud pública, y cómo la información inexacta o engañosa puede tener consecuencias graves para la población. Resaltó que los medios tienen la responsabilidad de ser rigurosos en sus reportajes, especialmente en temas de salud, y habló sobre cómo su propia experiencia personal con la enfermedad de su esposo la motivó a ser más transparente y abierta sobre su lucha, lo que contribuyó a generar un impacto positivo.
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