Su diagnóstico sobre la causas de la masificación coincide. Se trata de dos experimentados hoteleros españoles: Luis Riu, CEO de la cadena Riu; y Gabriel Escarrer, presidente del Grupo Meliá, señalan que la oferta turística ilegal genera una notable masificación en varios destinos turísticos y el malestar de los residentes.
Hay que recordar que Escarrer ya fue muy claro y contundente sobre esta cuestión. “El sector turístico español lleva años reclamando la eliminación de toda oferta ilegal, así como una estrategia y planificación global que incluya todos los modelos de alojamiento, considerando los límites de carga y recursos disponibles de los destinos”, dijo hace algún tiempo.
La masificación, entre oras razones, es una de las razones que inciden en el dicho ‘se puede morar de éxito’, muy repetido por algunos expertos y profesionales a lo largo de un año en el que todo hace presumir que se van a batir varios récords.
“Creemos -según apreciación de Escarrer- que el momento actual de protestas y descontento que vivimos puede ser una oportunidad y un punto de inflexión, ya que las autoridades españolas están reaccionando y tomando medidas para controlar la oferta ilegal, y establecer una regulación ordenada que tenga en cuenta las capacidades y necesidades de convivencia de los destinos, como hemos visto lo que está sucediendo en Barcelona, con el reciente anuncio de que en cinco años desaparecerán los apartamentos turísticos en edificios residenciales”.
Sobre las protestas vividas en España contra la masificación, Escarrer considera que “no se dirigen contra los turistas, sino contra los excesos y la ausencia de límites que provocan una saturación puntual y un desbordamiento de recursos, lo que repercute en una pérdida de calidad de vida y conlleva efectos indirectos como la dificultad de acceso a la vivienda, la pérdida de identidad de los destinos y la experiencia negativa de los viajeros”.
En efecto, a su juicio, el principal detonante de esta situación “ha sido el crecimiento descontrolado de la oferta de viviendas vacacionales ilegales, que no están sujetas a planificación y “límites de carga” como los hoteles”. El empresario, responsable de la primera cadena hotelera española, advirtió que “la buena reputación de nuestro país como acogedor y hospitalario es un bien frágil, pero sobre todo debemos trabajar para erradicar la oferta ilegal y mejorar el modelo y al mismo tiempo, la percepción del mismo por los ciudadanos”.
Por su parte, Luis Riu, se ha mostrado partidario de “erradicar la oferta ilegal que existe porque está generado problemas en determinados destinos turísticos”, razón por la que, en nombre de la cadena Riu, se muestra contundente también a la hora de reclamar soluciones a corto plazo en contra de la masificación: “Con las mismas camas hoteleras, hay muchísima gente que alquila sus casas, sus apartamentos, algunos de forma ilegal y meten gente y más gente. Entendemos que la masificación afecte a la población, pero se pueden encontrar soluciones para evitarlo”, ha explicado sin reservas.
Ya vemos: a partir de un diagnóstico coincidente que, en cierto modo, hasta se puede interpretar como una defensa de la industria hotelera, el problema de la masificación se sigue complicando.
A la espera de más récords.
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