Se les ha ocurrido en el colegio de infantil y primaria (CEIP) Los Giles, en Las Palmas de Gran Canaria. “Detectives de la desinformación” es el título de un proyecto educativo que tiene como finalidad enseñar a los estudiantes a identificar y combatir la difusión de información falsa.
No parece nada mal que uno de los principales males de la comunicación de nuestros días empiece a ser tratado en los mismos centros educativos, allí donde forjarse los pensamientos críticos para saber discernir sobre los factores que condicionan, vician o intoxican los productos que se ofrecen.
La iniciativa de este centro, grosso modo, se inició con la formación de profesores y alumnos en técnicas para reconocer la desinformación, en las que se incluye programas con los que informarse de manera crítica y evaluar los sistemas de protección de los derechos de la infancia. El caso es proporcionar ejemplos de noticias falsas o manipuladas. Antes de comenzar, explican desde el propio colegio, se plantea afrontar una rutina de pensamiento, ‘Antes Pensaba – Ahora Pienso’, con el fin de reflexionar sobre lo que piensan antes de adentrarse en la investigación y vean cómo cambia su pensamiento posteriormente, al finalizar el proceso de aprendizaje.
Acercándonos a la investigación, se plantea la importancia de reconocer la desinformación y lo que puede provocar. Desarrollar habilidades para cuestionar y analizar la información es esencial para tomar decisiones informadas y evitar caer en engaños. Al reconocer la desinformación, se protege a uno mismo y a los demás de creer y difundir información falsa que podría tener consecuencias negativas. Al discernir entre información fiable y desinformación, se contribuye a la integridad de la información en la sociedad. La desinformación puede generar miedo o pánico innecesario. Al ser capaces de discernir la realidad, se evita la propagación de emociones negativas injustificadas.
El proyecto “Detectives de la desinformación” del CEIP Los Giles ha sido una iniciativa, una experiencia muy interesante para promover el pensamiento crítico y la conciencia sobre la desinformación entre el alumnado y sus familiares. A través de sesiones formativas, investigación activa y creación de recursos, los alumnos no solo aprendieron a identificar la desinformación, sino que también desarrollaron habilidades para protegerse a sí mismos y a los demás de caer en engaños mediáticos. La creación de un podcast titulado “Desmontando bulos” y la exposición sobre los derechos de la infancia fueron ejemplos destacados de cómo los estudiantes utilizaron sus conocimientos para educar a sus compañeros y a la comunidad educativa en general.
Además, la reflexión metacognitiva al final del proyecto permitió a los alumnos tomar conciencia de su propio proceso de aprendizaje y de cómo ha evolucionado su pensamiento.
En resumen, esta experiencia impartida en docencia compartida junto a la docente del programa Estela, ha sido tanto educativa como inspiradora, demostrando el poder de la educación para combatir la desinformación y promover una sociedad más informada y crítica.
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