En tiempos de Franco, el caudillo de España por la G. de Dios, que dice Abascal, se comentaba que el fútbol era el “opio del pueblo”, que nos tenía dopados con el puto fútbol y que mientras los españolitos coreábamos el nombre del Real Madrid, CF Barcelona o el Atlético de Madrid, o el equipo de su pueblo, estábamos distraídos y no pensábamos en hacer cabronadas rompiendo farolas y mobiliario urbano en las manifestaciones en contra de la dictadura franquista.
Pasado los años observamos que todo ha ido a peor, quiero decir que nada ha cambiado, que el fútbol sigue siendo el deporte rey por el que millones de españoles y españolas tarareamos, sin rubor, el himno nacional. Es curioso el tema del himno tarareado con un lolo, lololo, lololo, lololo, al que parece somos incapaces de estar de acuerdo para poner una puñetera letra que nos evite el cachondeo del lololo…
El campeonato de la Eurocopa de fútbol tiene todo el morbo posible para congregar ante el televisor a millones de personas de todos los paises europeos. Las mejores selecciones de Europa compiten para llevarse el preciado trofeo a sus paises respectivos. Durante un mes los polacos, ingleses, eslovenos o alemanes, españoles, etc. estaremos pegados a la tele durante 90 minutos, más lo que cuelgue, cabreados, ilusionados, risueños o ciscándonos en la madre del seleccionador respectivo a la espera del mágico gol que solucione todos nuestros problemas.
Porque si es cierto, o eso lo parece, que si gana tu selección de fútbol todo irá mejor, es como si se disiparan tus problemas económicos, llegases a final de mes sin estar en números rojos en tu cuenta. De repente, te importa un bledo que, si los catalanes, los vascos, los gallegos o canarios se quieren independizar, el caso Koldo o el tema de la mujer del presidente. Si gana España la Eurocopa de fútbol saldremos todos a la calle, vascos, catalanes, canarios o gallegos, saldremos todos a gritar: “Soy español, español, español y español” y lo repetiremos mil veces, lo coches tocarán sus bocinas y no habrán multas por aparcar mal, durante esos días nadie pensará en las listas de espera de la sanidad pública, nadie pensará en las colas del hambre, y le importará un huevo de macaco del Peñón de Gibraltar la condecoración de Isabelita Ayuso a Javier Milei o la guerra de Ucrania, el genocidio de Gaza o la devolución de Hacienda. Todos estaremos contentos y en Madrid, los millones de madrileños saldrán a sus calles a recibir a los chicos de la “roja”. Isabel Díaz Ayuso intentará apropiarse del triunfo de los jugadores de la selección y dirá: “estos jugadores llevan la marca de Madrid por el mundo” sin cortarse un pelo, posará con ellos en el balcón de la presidencia de la comunidad madrileña. Feijóo dirá que: “pese al gobierno del Psoe, pese a la mala gestión del Pedro Sánchez, estos chicos han sido capaces de ganar la Eurocopa 2024”.
El fútbol sigue siendo el “opio del pueblo” y a Pedro Sánchez le irá de “muchísima fruta” que se haga realidad y que la selección española de fútbol gane la Eurocopa 2024, por lo menos podrá irse de vacaciones tranquilo y volver con la certeza de que, por lo menos un par de meses, él no será el tema de la conversación de tertulias de bares, radio y tv,
¡¡ Olé, olé, olé, olé, yo soy español, español, español…”
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