EBFNoticias | Paco Almagro |
Vive por y para la pintura. Tiene su casa llena de lienzos por estrenar, estrenanos, a punto de acabar y finalizados. Aunque un cuadro nunca se acaba del todo. Lo disfruta, y mucho. Candi González es una todo terreno. Ella abre una serie de entrevistas que este digital pubicará sobre artistas que trabajan en distintas disciplinas para, simplemente, ponerle cara a personas que llevan el arte por la venas.
¿Cuándo empezaste a pintar?
De pequeña, con seis o siete años, ya me llamaba la atención los Renacentistas y su época, las telas, los pigmentos, que duraban tantos años sin deteriorarse. Y empecé a pintar en el colegio. Recuerdo que una monja quería que pintara algo ‘exclusivo’, y yo quería pintar una nube… Al final, pinté la nube, le di el barniz y lo escondí. ¡Era mi cuadro!
Luego, nos vinimos de Venezuela, con los niños, y empecé de nuevo. Compré lienzos y pintura, me apunté en unas clases pero no era lo que yo quería. Un día fui a una exposición y conocí a Cote Pomares, autodidacta, y aprendí mucho con él. ‘Educó’ mi vista. Yo veo una nube o un árbol y yo sé exactamente qué colores, qué tipo de mezcla y cuánta cantidad de cada color tengo que poner. Me dicen que es algo innato. Me gusta investigar y probar.

¿Cómo llevaste el confinamiento?
Pues me puse a investigar el ‘pouring’, que me encanta. Manejar yo la situación, hago las mezclas, hago el médium. Disfruto con el procedimiento previo al pintar. Me encanta, como me encanta elaborar mis propios lienzos ya que es algo que siempre me ha llamado la atención. Compro la tela, pongo los bastidores y utilizo las técnicas que usaban en el renacimiento. También compro el color en polvo, lo trabajo, lo preparo y luego añado el aglutinante, que es la yema de huevo…
Efectivamente, técnicas del renacimiento…
Efectivamente, a partir de la yema de huevo, con agua, trabajas un líquido y a mí, como más me gusta el resultado es en mis propios lienzos. Antiguamente para los colores se utilizaba la cola de conejo, incluso la piel, que se trituraba – aunque hoy día se compra – que finalmente lleva un proceso de reposo ya que hay que dejarlo de un día para otro en agua. Paralelamente, imprimas la tela y la dejas preparada para trabajar. El resultado es excelente. Le puedas dar con más textura, con menos textura, según lo que quieras hacer…
Tu vida ha sido muy completa y a veces compleja. ¿Supongo que cuando te pones delante de un lienzo en blanco te aíslas del mundo?
Del todo. Me evado totalmente. Incluso de mis dolores: yo tengo una artropatía, que me afecta a las articulaciones y, a pesar del dolor que tengo, es la única forma de desconectar que tengo. Me olvido de todo, soy inmensamente feliz.
¿Cuántos cuadros tienes ‘amontonados’ en tu casa ahora mismo?
Yo te puedo decir que en quince días tengo unos 20 cuadros hechos con la técnica ‘pouring’. Me despierto a medianoche con una idea, me levanto y me pongo a pintar. O estoy hablando contigo y me viene una idea a la cabeza, y rápidamente me pongo a buscar lo que necesito y no paro hasta que lo encuentro.
Eso es libertad…
Si, y muy feliz. A raíz de no poder trabajar, esto ha sido una expansión total.

¿Algún premio ya ha caído?
Pues sí, participé recientemente en un concurso de pintura en Santiago del Teide, con el municipio como referencia, y yo que en su momento había hecho la Ruta de los Almendros y había pintado un almendro de aquellos, envié la foto del cuadro y me llevé el tercer premio.
¿Con qué técnica te encuentras más a gusto?
Me encanta los paisajes, de hecho, siempre llevo una camarita encima y saco fotos que luego pinto. El oleo ha sido siempre mi pasión pero ya he descubierto el acrílico fluido, el ‘pouring’, tempera, el pastel, la acuarela, la tinta china… Siempre investigando.
¿Qué consejo le darías a aquellos que sienten la inquietud de pintar pero no acaban de arrancar o decidirse?
¡Tira para adelante! En mi caso, he tenido cuatro hijos, he tenido que trabajar para sacarlos adelante pero siempre buscaba un huequito. Recuerdo una noche con uno de los gemelos en brazos, él con fiebre, yo en vela y pintando. Es cuestión de ponerte y si hay algo que te gusta, lucha por ello.

Si alguien quisiera comprar una obra tuya, ¿cómo contacta contigo?
Estoy en Instagram (@candiglespe) y en Facebook: Candi González Pérez.
Finalmente, ¿para cuándo tu propia galería de arte online?
Muy pronto, ya estoy en ello.

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