Habla mucho y es mi amiga, la más pequeña que tengo. Trece años. Hace un mes esa niña me contó que a su colegio iría a dar una charla sobre los peligros del móvil usados por niños de su edad un policía «de esos que ponen multas», descripción perfecta. Hablamos mucho de sus compañeros y de mil cosas porque mi niña amiga es muy madura. Me pareció tan interesante el encuentro que anunció que le compré un block para que escribiera lo que hablaban todos y ella misma en el encuentro. En total 54 alumnos, dos clases, de los que sólo 3 no tenían móvil, entre ellas mi amiga.
Hace unos días se vino a casa y abrió el block. Habla mucho. «Y nada, cuando escuché los peligros de un móvil me asusté. Además el hombre hablaba sin rollos, con palabras normales», es decir el experto en redes sociales, o algo así, se hacía entender.
Me contó que preguntó a los 54 alumnos el número de amigos que tenían en Instagram, por ejemplo la mayoría cifró sus amigos por encima de 200. Entonces el señor quiso saber de qué conocían a esas amistades, «de nada», contestaron. «Es decir”, me razonó la chiquilla, “que personas que no conocen, a las que no han visto en la vida lo saben todo de ellos ¿y no les da miedo?». La niña que es una de los tres escolares que no tiene móvil argumentó a sus compañeros que no lo tenía porque le aburría “me quita tiempo para cosas que me gustan más”. De pronto se convirtió en el bicho raro del acto. Cuando el experto pidió que le preguntaran a la alumna lo que quisieran la primera que formularon fue « ¿no te da miedo estar en la calle sin móvil?» la pregunta tuvo respuesta. «No. Más miedo da llevarlo. He oído decir que para los que abusan de los niños el móvil sirve para acercarse o para otras cosas peligrosas. No me gusta”
Contaba la niña que cuando quedó claro los riegos de un móvil preguntaron al experto por qué, si es tan peligroso, no invitaban a los padres para que lo supieran. «Lo hacemos pero los padres no vienen aunque saben que lo están haciendo mal. Poner en manos de los niños un móvil es un disparate. Si es para que no les molesten que hagan la prueba de quitárselo un día, uno solo, para que conozcan lo que es una adicción».
Con eso se quedó la niña.
Suficiente.
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