Hay personas que dedican todo su tiempo a ayudar a los demás. Tienen una verdadera pasión por los demás. Y además, escriben. Decía un escritor que no se debe dejar la crítica de un libro a un amigo…porque siempre te dirá que es muy bueno. Es mejor, dejársela a alguien no muy conocido. Pero bueno…intentaré ser objetivo con “Los pliegues del alma” de Loly González Pérez.
Cuando publicó su primer libro “El sentir de mi sendero” vio cumplido su sueño. Ahora ese sueño y realidad se amplían. Ya es su tercer libro, tras “Alborada”.
“La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos” decía el Emperador romano Marco Aurelio.
Loly es una persona a la que se le abren siempre todas las puertas, y a la que no se le cierra nunca ninguna.
Hace tantas cosas a lo largo del día, que prácticamente no tiene tiempo para ella.
Un icono para Loly González Pérez es la letra V, de Voluntariado. Recuerda siempre entrañablemente a la Cruz Roja. Ser voluntaria de la Cruz Roja le ha dado mucha vida. Andar en el mundo de los mayores.
Porque estamos y no estamos en este mundo. No somos eternos.
Ser Voluntaria en el Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo Insular de Tenerife también ha sido muy gratificante para Loly. Hay que acercarse a ese Museo y vivirlo. Fue cuando por primera vez fue al MNH descubrió el tarro de las esencias de la cultura del mundo natural. Ese museo que alberga las paredes de un antiguo hospital. Que ya no está. Pero que sigue en la memoria de todos. Toda la historia de la isla de Tenerife de ayer y de hoy.
Loly es una persona humilde. Los numerosos reconocimientos que se le han entregado a lo largo de su vida los guarda todos, con mucho cariño. Entre ellos el que le trae más gratos recuerdos es el Premio “Valores Humanos” del Cabildo de Tenerife y de Ansina,. También la metopa de la autoridad portuaria de Santa Cruz de Tenerife, porque ha enseñado nuestro muelle a más de ochocientas mujeres en más de cincuenta visitas guiadas por Loly.
Como decía el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt “el futuro pertenece a aquellos que creen en sus propios sueños”. Y un sueño de Loly, que cumplió fue pisar la Universidad. Tenía dos hijos Licenciados, uno químico y otro ingeniero químico, y ella tenía la ilusión de ser universitaria. Y lo fue. Y terminó.
Loly ama la cultura. Loly siente la cultura. Loly disfruta con la cultura. Leer tranquilamente un libro, disfrutar con un buen concierto, admirar una buena película, seguir la trama de una obra de teatro, admirar los rincones de Anaga, eso sí que es disfrutar.
Pero centrémonos en el libro “Los pliegues del alma”. El libro contiene dos partes: la primera, son poemas; la segunda, son relatos.
Los poemas son entrañables, amigables, relatan recuerdos que todos o casi todos hemos tenido en nuestra niñez. Y son poemas con pasión. La pasión que transmite Loly. Pasión por Tenerife, pasión por Canarias, pasión por su familia.
Son poemas en los que todos nos vemos reflejados. Poemas de un tiempo no muy lejano. Son poemas que llegan al alma. Que reflejan pasión y también ilusión. Pero también hay mucha esperanza. Optimismo que siempre refleja Loly en todas las actividades -que son muchísimas- en las que participa.
También hay relatos muy interesantes, como “La cometa de mis sueños”; “El saladero de Valleseco y sus muelles”; “Ser viejo”. Hay un muy interesante artículo publicado por la revista norteamericana Time, titulado “Los mayores”, en el que se describe la tremenda vitalidad de este conjunto de la sociedad, enormes deseos de conocer, de viajar, y, sobre todo, de asistir a todo tipo de actividades culturales. Los relatos de “Los pliegues del alma” son verdaderas páginas de nuestra niñez, de nuestra juventud, de nuestra cotidianiedad escritas con una prosa viva y real que descubren recuerdos de momentos entrañables.
En definitiva, el libro “Los pliegues del alma” de Loly González Pérez es muy recomendable. Es nuestro pasado. Es nuestro presente. Y es nuestro futuro.
Jesús Pedreira Calamita es Presidente de TuSantaCruz
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