Un jefe es el encargado de sacar adelante una empresa o de llevarla al fracaso. Su misión es impulsar a los empleados a ser mejores y más leales a su entorno laboral, al mismo tiempo que los prepara para asumir retos más difíciles dentro de la empresa.
Muchas empresas fracasan por la mala gestión de los jefes. Un jefe estricto sólo causa tensión y estrés en sus empleados, lo que provoca problemas de motivación, salud mental e incluso que los empleados dejen su trabajo. Cuando eres un jefe positivo y sabes dirigir a tus empleados, significa que estás llevando la empresa por el buen camino.
Un buen jefe debe motivar y dar la oportunidad de explotar la creatividad y las habilidades de todos sus empleados. Ten presente que ser el mejor no es un trabajo imposible, lo único que necesitas es humildad y mucha empatía.
¿Qué factores influyen para lograr ser un gran jefe?
-El respeto
El respeto es uno de los valores vitales para construir relaciones fuertes. Tratar a los empleados como si no valieran nada, lo único que traerá como consecuencia es poco rendimiento, y en el peor de los casos, su renuncia.
Un gran jefe hace críticas constructivas en privado y con muy buenas palabras. También evita hablar mal de sus empleados con los demás jefes. El profesionalismo es su principal virtud.
-La firmeza
Ser firme no es sinónimo de control o de dureza, sino una cualidad que todo líder debe poseer. Cuando un jefe es firme, toma decisiones difíciles frente a las adversidades y vela por el bien de su equipo de trabajo.
Los empleados necesitan estar al mando de una persona con esta cualidad, ya que los estimula a dar lo mejor de ellos mismos y les hace sentir seguridad.
-Saber delegar funciones
Delegar es una acción que puede conllevar riesgos. Sin embargo, es un gesto de confianza hacia los empleados donde indirectamente se les dice «confío en ti, confío en tus capacidades».
Evidentemente, no es delegar tareas por impulso, sino evaluar previamente quien sería el candidato ideal para ejecutarlas. Un buen líder habla con su empleado y le explica lo que debe hacer y lo que espera de él. De esta manera, se quita un peso de encima y sus empleados sentirán más confianza.
-La disciplina
Establecer metas importantes y cumplirlas supone mucha constancia y disciplina. Si es necesario sacrificar horas de descanso, se hará. Los buenos líderes son inalcanzables y lucharán hasta el último momento por alcanzar los objetivos.
Este tipo de jefes son siempre un ejemplo a seguir para sus empleados. De esta manera, se logra desarrollar un sentido de pertenencia más fuerte, hacia la misión de la empresa en la cual trabajan.
-El reconocimiento
Reconocer los logros de los empleados es un acto de respeto y empatía. Un buen líder busca hacer sentir importantes a sus empleados, valora sus esfuerzos y les da el mérito que se merecen.
Además, los buenos jefes, no se limitan a colgar la foto de su personal en la pared, sino que se aseguran de comunicarles con palabras y hasta de darles un pequeño apretón de manos.
-La comunicación
La comunicación es fundamental para indicar de manera asertiva, lo que se espera de los empleados. Un buen jefe jamás los deja suponer o adivinar las cosas, sino que se asegura de dejar las cosas claras, con el fin de aumentar la productividad en el entorno laboral.
Por otro lado, la comunicación involucra también escuchar las inquietudes y sugerencias de los empleados. Los buenos jefes están abiertos a las nuevas ideas y otras posibles soluciones que su personal considere adecuadas.
-El compromiso
Un buen líder pone sus necesidades en segundo plano y las de la empresa en primer plano. Su mayor deseo es hacer que la empresa progrese y garantizarles a los empleados un mejor entorno laboral con más oportunidades. Asimismo, se enfoca en los resultados a largo plazo y en las ideas innovadoras.
Cuando trabajamos bajo el mando de un buen líder, tenemos la posibilidad de crecer tanto a nivel personal como a nivel profesional. Nuestro amor y lealtad por el lugar donde pasamos parte de nuestras horas, se convierte en algo verdaderamente fuerte.
Si estás leyendo esto y tienes bajo tu responsabilidad un grupo de personas, actúa desde tu parte más humana, pero con firmeza y verás cómo el éxito se aparecerá.
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