EBFNoticias/ Mónica Ledesma.- Es una periodista entregada y apasionada con una profesión en la que ya apuntaba maneras desde que era pequeña. Irma Cervino asegura que «desde niña me gustaba contar historias, hablar de lo que ocurría a mi alrededor. Siempre he sido muy observadora. Me encanta escuchar a la gente y ver qué pasa para, después, poder contarlo o escribirlo». Confiesa que «el gusanillo me entró con el fútbol. Cuando era una adolescente, todos los domingos escuchaba los partidos de la liga. Me sabía quién era el corresponsal en cada campo y soñaba con estar algún día allí, en alguno de aquellos estadios, contando lo qué pasaba sobre el césped. Ya llevo casi 20 años en la profesión y mis primeros pasos no iban desencaminados de aquel sueño porque, cuando empecé en Radio Isla, uno de mis primeros programas fue en domingo con la jornada futbolística y los partidos del Tenerife. Aunque, a mi me tocaba llevar esa especie de carrusel desde el estudio».
La tinerfeña Irma Cervino estudió en la Universidad de La Laguna, en la Facultad de Ciencias de la Información, que «me dio la parte teórica, el conocimiento de la profesión». No obstante, apunta que la verdadera formación se la ha dado el día a día y, sobre todo, el hecho de haber podido trabajar con periodistas de la talla de Paco Pomares, Teresa Cárdenes, Paco Cansino (qdep), José Antonio Pardellas, César Fernández Trujillo (qdep) o Carmen Ruano. «En realidad, creo que nunca dejas de formarte, ni de aprender. Es una profesión viva en la que vale, y mucho, aquello de ‘renovarse o morir'».
Al mirar hacia atrás en su trayectoria, sitúa sus primeros pasos en los medios de comunicación de las Islas en Radio Campus, una ex emisora universitaria donde realizó un programa junto a la también periodista María Jesús León. «Era todos los domingos de once de la noche a una de la madrugada y se llamaba ‘El barandal de la luna’. Teníamos de todo: noticias, entrevistas en directo y hasta una radionovela. A esa hora tan intempestiva, competíamos con los programas de fútbol, con lo que no sé si alguien nos llegó a escuchar alguna vez. Luego llegué a Radio Isla para, un par de años después, pasar por la agencia de noticias, Ideapress y, de allí, en 1999, al periódico La Opinión de Tenerife, que nacía en ese momento y donde un grupo de jóvenes periodistas vivimos los mejores años de nuestras vidas, trabajando muy duro pero disfrutando de esta magnífica profesión. Allí estuve ocho años, hasta que entré en el Gabinete de Prensa del Cabildo de Tenerife, donde trabajo actualmente», añade.
Irma Cervino mira con cierta tristeza, a través de sus profundos ojos azules, el presente del periodismo en las Islas, pero confía en que nunca muera ese oficio que cuenta historias, como hace ella.
-¿Un periodista nace o se hace?
-Yo creo que lo que nace es la vocación y luego lo que se hace es el periodista.
-Ha trabajado en varias ramas de la profesión, pero llegó un momento en que decidió dedicarse al periodismo institucional. ¿Qué le impulsó a ello?
-Llevaba ocho años intensos en el periódico La Opinión. Debo decir que fueron los mejores años de mi vida profesional, los que recuerdo con más cariño, en los que aprendí a trabajar duro, en equipo y a elaborar noticias en todos los frentes. Empecé como redactora y, después de ser jefa de la sección de Sociedad, terminé como redactora jefe. Aprendí mucho. Allí tuve la suerte de conocer a los que considero maestros de la profesión. Uno de ellos, Paco Cansino (ya fallecido), fue quien me enseñó el oficio de periodista que es lo más valioso que puedes tener. Pero, llegó un momento en que necesitaba hacer algo diferente, aprender otras cosas y conocer otros lados de la información. Fue entonces cuando entré en el Cabildo.
– La gran crisis de los medios ha dejado a muchos de sus compañeros en la calle. ¿Qué se siente al ver desde el otro lado cómo se derrumba el sector?
-La sensación es de pena inmensa. Ver no solo a grandes profesionales sino, sobre todo, a compañeros en la calle es duro y te sientes impotente. A veces culpable. Pienso si no habremos sido nosotros mismos los que no hemos sabido darle valor a este sector, muchas veces denostado y maltratado.
– ¿Trabajar en un gabinete de prensa institucional, vinculado a la política, puede ser un hándicap a medio o largo plazo?
-Mucha gente lo ve así, pero a mi me gusta ser positiva y ver el lado bueno de las cosas. Si entiendes el verdadero valor de lo que significa informar, da igual en qué lado estés. Lo importante es que lo hagas con respeto, responsabilidad y honestidad.
– Un conocido periodista de la Isla arremetió hace cierto tiempo contra usted, precisamente, por esa vinculación política que lleva implícito su actual trabajo. ¿Qué sintió cuando se vio convertida en noticia?
-Criticar está bien, siempre que se haga con respeto y con argumentos sólidos. Pero, cuando se hace con motivos que no tienen que ver con el trabajo sino con cuestiones irracionales, creo que quien se desacredita es la persona. De todas formas, no lo tengo en cuenta. Ya me había olvidado.
-Aparte de sus funciones en el gabinete de prensa del Cabildo, lo cierto es que no ha querido desvincularte de esa parte novelística que llevan muchos periodistas dentro. ¿Su blog ‘El edificio de la esquina’ es, quizás, su vía de escape?
– Sí. Es la forma que tengo de darle forma a todo lo que centrifugo en la cabeza. Me paso el día pensando e imaginando. Después de haber dedicado un tiempo a un primer blog (irmacervino.blogspot.com) en el que publicaba pequeños relatos, decidí hacer otro nuevo (eledificiodelaesquina.blogspot.com) un poco más desenfadado. Es una historia basada en la realidad de mi edificio con unos vecinos increíbles (en todos los sentidos) y a la que le echo altas dosis de imaginación y humor.
– ¿Se plantea algún día volver a una redacción o qué le gustaría hacer?
-A mi me gusta el periodismo de calle, el de la gente, el de las historias humanas. Y sí, claro que me planteo volver a una redacción o a mi casa para recuperar esa parte del oficio que más me gusta: contar.
Y muy responsable y perspicaz. Gran persona. un abrazo
Bonita entrevista. Es una gran profesional y persona, ambos aspectos inseparables, por mucho que nos hayan querido convencer de que eso se puede separar 😉
Irma no sólo tiene talento y curiosidad sino, como se puede deducir de la entrevista, un gran sentido común (indispensable para ejercer esta profesión). Pero, además, como persona, es alguien confiable y con quien se puede contar. Y eso, en realidad, es lo que la hace tan especial e imprescindible. Me ha encantado la entrevista.