Llevo un par de días hablando con una mujer joven, madre de una niña de 5 años. Sometida a maltrato ha denunciado ante la Administración y en el juzgado, agresiones a ella y a su hija por parte del padre de la menor y su ya ex pareja. Informes médicos avalan su denuncia. Hace meses que un juez decidió que la niña pase sus vacaciones y fines de semana con papi.
La mujer quiere denunciar su situación públicamente con nombre y apellidos. Es decir, citando al maltratador, pero le hemos aconsejado que no. No debe asumir más riesgos con un tipo que no tiene otro objetivo que hacerles daño. Si los responsables de Menores del gobierno canario quieren datos que le permitan localizarla se los facilito.
Pienso escribir la historia y publicarla en el blog desde que pueda. El fin de semana último la niña sufrió un importante episodio de ansiedad y debió ser atendida en el Materno Infantil. No quiere vivir los fines de semana con su padre y los jueves comienza a ponerse malita pero una decisión judicial la obliga. Hay autos de la Administración de Justicia que cuesta entender pero el caso del que hablo es especialmente sangrante. Trataré de escribir la historia sin desvelar la identidad de la mamá, 26 años, pero con la documentación en mis manos por si algunos desean valorarla.
No hay derecho.
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