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Escollos en el desarrollo de la DAB+ en Europa. Por Gorka Zumeta

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20-M, Bruselas, WorldDMB European Automotive Event

La indiferencia de la CE en la implantación de la DAB+ lastra el proceso 

La cita fue el pasado 20 de mayo, en Bruselas. Se reunieron grandes operadores de Radio y fabricantes de automóviles en el marco del WorldDMB European Automotive Event. A debate, lógicamente, la preocupación de los broadcasters en torno a la presencia de la DAB/DAB+ en el entorno, casi en última instancia, que hace triunfar o fracasar una tecnología: los automóviles. Doscientos profesionales del sector y de la industria de la automoción, pertenecientes a una veintena de países, se dieron cita en este foro.

Mientras no exista una verdadera actitud defensora de la DAB+ 
en Europa por parte de la UE cada estado establecerá su velocidad.

El digital “Panorama Audiovisual.com” publicó una reseña de la reunión bajo el título: “¿Renace la radio digital en Europa?”, en el que se referenciaba lo abordado en la reunión. Mi intuición entre líneas me condujo a la decepción, tras una primera lectura. Certifico, en la propia información, que existe un doble interés, y no precisamente coincidente, entre los intereses marcados por los fabricantes de automóviles, los radiodifusores y las administraciones. No van, desde luego, de la mano.

Sin duda la reacción al anuncio (que no era nuevo, sino que ya se aprobó hace algunos años, aunque la proximidad de 2017 lo avivó) del apagón de Noruega de la FM hizo despertar a muchos actores, y a la opinión pública, ante la implantación en Europa de la radio digital terrestre, en norma DAB+, que supera al inicial DAB.

Por parte de las administraciones y de los radioperadores ya se empiezan a producir avances notables que, tarde o temprano, terminarán por empujar a aquellos países que se encuentran más rezagados en esta carrera hacia la digitalización terrestre de un medio que sigue viviendo, incomprensiblemente, de tecnologías finiseculares. España entre ellos…

Está claro, por los hechos, que para la CE 
la radio es un medio 'de segunda', tras la TV

Así, y como cita el digital aludido, en Alemania, la cadena pública ARD se comprometió en este encuentro a apostar por la DAB+ “a largo plazo”. ¿Qué significa esto? ¿Cómo situamos en el tiempo esta “apuesta”? Es cierto, también, que el Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital de este país ha creado un comité para tutelar el proceso, aunque si aplicáramos el concepto español de eficiencia de una comisión su puesta en marcha, me temo, no garantiza nada. Confiemos en el buen ritmo al que va avanzando la implantación del DAB+ en Alemania y, sobre todo, en el interés que parece está despertando entre los consumidores.

Los ingleses, los más avanzados en DAB, porque el proceso de implementación tuvo un promotor privado y se crearon nuevos contenidos que alimentaron la demanda, están reforzando la cobertura móvil (las carreteras, sobre todo) y tienen previsto ampliar canales (y, aparejados, nuevos contenidos) con un nuevo múltiplex el año que viene.

A esta carrera de la digitalización terrestre de la radio se han sumado otros países, como Dinamarca, que ha anunciado una nueva hoja de ruta y los Países Bajos, que van a continuar desplegando nuevos múltiplex regionales; Italia y Polonia, donde la cobertura sigue aumentando y Francia, cuyo regulador está ahora enfrascado en el estudio de una nueva fase, la segunda, en torno a las ciudades del país donde se va a implantar la DAB+, tras los despliegues de París, Niza y Marsella.

Uno de los modelos de Autoradio DAB+ presentados 
en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra

En algunos países europeos, gracias a los esfuerzos de las administraciones y los radioperadores, la cobertura de DAB+ se está acercando a los de la FM, como el 99% de la población en Noruega y Suiza, el 95% en Dinamarca, Reino Unido y Países Bajos, el 91% en Alemania y el 68% en Italia. Con estos índices, es imprescindible ya la concurrencia de la industria del automóvil y su clara apuesta por la DAB+. Y es algo que, desgraciadamente, no veo, al menos al mismo ritmo de los operadores o las administraciones. De hecho, en la misma información de “Panorama Audiovisual.com” se echa en falta. No hay alusión a lo dicho en este foro del WorldDMB por las marcas de coches. ¿Qué postura tienen? ¿Hay, o no, una voluntad de apoyar este despliegue? Como sabemos todos, la escucha de la radio en los vehículos, en los desplazamientos, resulta decisiva para la supervivencia de cualquier tecnología relacionada con la radio. Y la DAB+ no iba a ser menos, desde luego.

El presidente de esta organización, Patrick Hannon, se mostró convencido en la reunión de que “la radio digital ha alcanzado un punto de inflexión en Europa. Los primeros países han confirmado las fechas de conversión al sistema digital y el compromiso político hacia la radio digital está calando en muchos mercados. Ahora es el momento para que los fabricantes de automóviles aprovechen esta oportunidad”. Personalmente, sigo albergando muchas dudas, no ya sobre las bondades de la DAB+, que he tenido oportunidad de escuchar, y certifico la calidad de su emisión, sino en torno, sobre todo, a los datos asociados y a la oportunidad de que acompañen a los conductores en sus pantallas de navegación. La conducción exige concentración en la carretera y las pantallas –incluido el GPS- contribuyen al despiste que, obvio es decirlo, pueden provocar un accidente. De hecho, en algunos casos, simplemente ya el RDS de la radio del coche contribuye a la distracción. Aunque, ¿no es también cierto que los vehículos incorporan cada vez pantallas táctiles más grandes y que la presencia del infotainment en vehículos es cada vez mayor y una tendencia imparable, y que las distracciones que pueden provocar estos sistemas pueden ser mucho mayores?

Sin la presencia de la DAB+ en los automóviles es 
muy difícil, casi imposible, el desarrollo de la 
radio digital terrestre en Europa

El golpe de efecto en la reunión del WorldDMB con los fabricantes de automóviles lo protagonizó el ministro flamenco de Cultura, Sven Gatz, quien encendió el primer múltiplex comercial DAB+ en Bélgica. “La radio digital trae incluso mejor calidad de audio, más espacio y capacidad y reduce el impacto ambiental de la radio”. Como decía el subdirector técnico de la Cope, Enrique Sánchez, hace unos días en Madrid, la DAB es “el sistema del futuro, ¿y siempre lo será?”. ¿Cuántos años llevamos con la cantinela de la llegada de la radio digital terrestre? Corremos el riesgo de que, al final, compliquemos mucho más el proceso tecnológico, que avanza a un ritmo frenético, desacompasado con la reacción institucional y política. El ejemplo lo tenemos en la propia DAB y en su evolución la DAB+, que resulta incompatible con la primera.

La Comisión Europea, con todos mis respetos, y desde mi humilde palestra, debe ocuparse, y preocuparse, no solo de la banda de difusión de la radio digital terrestre en Europa (la Banda III), sino de la propia implantación de la DAB+ en el territorio de su competencia. Está claro que la crisis económica ha retrasado todo el proceso de digitalización de los medios, pero con la televisión no han mantenido la misma actitud. La TDT fue tal prioridad que se produjo el apagón de la televisión analógica. Y fue la Comisión Europea la que estableció la norma, con unos plazos suficientemente flexibles como para que todos los estados miembros pudieran cumplir el calendario.

¿Los receptores de radio en los vehículos convivirán con 
la DAB+ y la FM? ¿O Noruega, Suiza o Suecia forzarán, 
entre otros, al apagón analógico?

Que la Comisión Europea mira de reojo, y con distancia (no sé si desprecio…) a la radio digital terrestre lo demuestran los hechos: el pasado 6 de mayo se presentaron 16 iniciativas para el Digital Single Market  (Mercado Digital Único) y la radio no está incluida en ninguna de ellas. Tampoco ha gustado la postura de la UE al sector cinematográfico.

A todo esto, ¿qué dicen los fabricantes? Poco más que buenas palabras y deseos a futuro, pero a la hora de la verdad, muy poco. Llama la atención que en Italia, por ejemplo, el Fiat 500 L incluye DAB/DAB+ de serie en los acabados más altos, o se promociona como extra que forma parte de un paquete de equipamiento, y en otros países ni siquiera se ofrece como opción, todavía… En el pasado Salón del Automóvil de Ginebra sí se presentaron, sin embargo, algunos modelos de receptores con DAB+ y FM (mirar las fotos), pero no están extendidos de serie, y tardarán en hacerlo, me temo.

Hace ahora un año, el representante español de RTVE en el Programa Estratégico de Plataformas de Radio Digital de la UER  Javier Sánchez, propuso una acción de alto nivel de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y el WorldDMB Forum con la patronal europea de fabricantes de automóviles para acordar un calendario que permitiese la incorporación de receptores DAB/DAB+ de serie en vehículos comercializados en Europa, bajo ciertas condiciones directamente relacionadas con el despliegue del DAB+. 365 días después, no hay ningún compromiso, ni verbal ni por escrito.

Si la Comisión Europea obligara a los fabricantes 
de Smartphones a incluir un sintonizador de DAB+ 
en sus terminales sería un empujón decisivo

Lamentablemente, agentes económicos más poderosos (léase operadoras de comunicaciones móviles) con intereses en el “vehículo conectado” están colocando con fuerza su mensaje en el sector el automóvil con el objetivo de cobrar por datos en movilidad. Pretenden que hasta la navegación sea online y deje de ser gratuita, cuando hasta incluso existen alternativas de información de tráfico como el TPEG asociadas a DAB/DAB+ que actúan sobre navegadores cuya información cartográfica está almacenada en el vehículo. Imaginemos el coste en datos por roaming que supone un servicio así para un conductor que vive cerca de una frontera (por ejemplo, un habitante de Irún, próximo a Francia) y la atraviesa a menudo. Ni qué decir tiene que el coste se dispara.

Todo ello unido, como he comentado en varias ocasiones, a que los fabricantes de automóviles sí están trabajando –cada vez con mayor presencia- la incorporación de reproductores de audio que “se entienden” con los smartphones y permiten disponer del catálogo de audios de éste (mp3 y podcast, por ejemplo), así como de la radio online (streaming) que elija el usuario en su teléfono móvil. Lo menos importante, ahora, ¡qué paradoja! va a ser hablar por teléfono. La radio digital terrestre no puede ignorar el camino de los smartphones. Pero mucho me temo que aquí confluyen dos intereses opuestos: el de los radiodifusores y el de los operadores de redes. De lo que se trata es de consumir datos, de facturar, y eso con sintonizadores de FM o DAB+ no se consigue. ¿Caminamos hacia un modelo radiofónico ‘de pago’? Termino con este interrogante. Ya habrá tiempo de profundizar en él.

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