Mientras ellos robaban, aunque no lo contaban en la prensa en aquellos años aumentó el número de suicidios. Muchos empobrecidos que se vieron sin trabajo, sin techo, sin prestacioness sociales, sin tarjeta sanitaria…terminaban tirándose por el balcón o tragando botes de pastillas porque sentían que no tenían nada que perder.
Mientras nos robaban aumentaban las enfermedades mentales, pero las cifras no se veían en las estadísticas oficiales, porque la sanidad no tenía profesionales para atender a tanta cabeza perdida por los traumas sociales y económicos. El presidente del Gobierno salía a celebrar que la banca había superado los test de estrés, pero fíjate tú que las autoridades no se preocupaban por el aumento del estrés de las víctimas de esa banca (trabajadores despedidos, familias desahuciadas, pobres embargados). Gastaban presupuesto público para conocer el estrés a las cuentas corrientes mientras los enfermos mentales morían en la cola de las listas de espera que aumentaban con los recortes.
En el palacio de La Moncloa se reunían para hablar de la crisis las estrella del Ibex, los multimillonarios que multiplicaban sus fortunas a costa de recortar sueldos, despedir trabajadores y evadir impuestos (con la ley y con las trampas), a ellos los convocaba el presidente del gobierno (el actual y el anterior) a la Moncloa para buscar las recetas para salir del infierno. Pero, ¿qué interés podían tener en sacarnos del infierno precisamente ellos, si nuestro infierno de paro, desigualdad y desahucios aumentaba el tamaño de sus fortunas en sus paraísos fiscales?
Mientras nos robaban aquí en las islas se recortaban los presupuestos de sanidad y servicios sociales y se creaba un cuerpito policial de 100 agentes para que el Mencey pasara revista antes de acudir a las romerías. Cada vez llegaban más turistas pero las camareras de piso limpiaban más retretes por menos dinero, con ese panorama laboral que superaba todos los records históricos de precarización y desempleo nuestros jóvenes recién licenciados se quedaban en las esquinas o cogían la maleta “que el abuelo se llevó a la Habana, mi padre a Venezuela”.
Mientras ellos robaban los jóvenes canarios salían del país como Machado, casi desnudos como los hijos de la mar. Pero hubo un personaje que se fue a Madrid con todos los gastos pagados. Te hablo del sospechoso de varias corruptelas que el Parlamento mandó al Senado como representante de los canarios. Mientras nos robaban en Telde, en Mogán, en Arrecife, en Santa Cruz de Tenerife, en Valle Gran Rey…cada partido defendía a sus imputados sin vergüenza maldita. Al contrario de los discursos que algunos dirigentes largan ahora que ven que el barco de la impunidad se hunde, algunos que hoy piden perdón o se disfrazan de indignados por la corrupción se dedicaban a denunciar a policías, fiscales o periodistas que se atrevían a investigar las corruptelas. Pero en las viñas corruptas había de todo, había locutores y quintacolumnistas que desde sus medios patrocinados por las instituciones que controlaban los corruptos se dedicaban a rendir homenajes a los golfos y a sus jefes, y a fabular conspiraciones de los que denunciaban a los ladrones.
Mientras los bancos a ti te negaban un crédito para comprar una casa o abrir un pequeño negocio, el PP pasó de contar con un crédito bancario de 59,5 millones de euros en 2008 a tener uno de 79,9 millones en 2011. En esos mismos años en los que las entidades financieras tenían cerrado el grifo de los préstamos el PSOE pasó de 67,7 millones a 70,1 millones. Son datos del Informe de los Estados Contables de los Partidos Políticos publicados en el BOE. Para los grandes partidos que desde los gobiernos indultaban a banqueros condenados por corrupción, sí tenía dinero la banca, porque con ellos en el poder a los financieros les ha ido muy bien y a ti muy mal.
Es verdad que no robaban todos, vale, pero la minoría que robaba estaba protegida por sus dirigentes, sus leyes y sus indultos. Y mientras robaban sus tertulianos simpatizantes han estado repitiendo estos años el discurso “es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Mientras repetían esa frase no contaban que el desmantelamiento del Estado de Bienestar ponía a España en el segundo puesto de la OCDE con mayor aumento de la desigualdad, que la pobreza infantil era la segunda mayor de Europa o que el paro juvenil se disparaba a niveles suicidas. Y, de repente, los que han permitido todo esto sienten un ataque de vergüenza y se dan golpes en el pecho. Y gritan: “que viene el populismo, que viene el populismo”, que debe ser algo mucho peor que todo lo que ellos han provocado. Pero a estas alturas será difícil volver a engañar a las víctimas de la gran estafa que llamaron crisis, porque ahora sabemos que todo ocurrió mientras ellos robaban por encima de nuestras posibilidades.
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