El autor del método de acordes de guitarra que durante quince años se publicó en LA PROVINCIA se muestra orgulloso de haber aleccionado a músicos como el timplista José Antonio Ramos
Esta entrevista se realizó hace cinco años pero varias lectoras me piden que la recupere y lo hago. La hemos actualizado para los lectores del blog. Y desde luego hemos hablado de nuevo con Emilio Gómez para pedir la autorización y colgarla.
Emilio Gómez publicó durante 15 años en LA PROVINCIA una página con acordes de guitarra que permitió a muchos lectores aprender a tocar ese instrumento. El método que ideó tuvo tal éxito que “hasta los más ‘troncos’ acabaron tocando algo”. Hoy Emilio tiene 80 años y dice que cuando el gran timplista José Antonio Ramos (qepd) le dijo una vez que había aprendido mucho con su método, se emocionó.
Emilio Gómez, en su estudio, con uno de sus
libros de acordes en las manos
Pero todo tiene un inicio. En 1982, Emilio Gómez y el empresario Tatín Jaén se sentaron a conversar con quien en ese momento era director general de Editorial Prensa Canaria, el ya desaparecido y muy querido Ignacio Jiménez Mesa. Tatín, como empresario solvente en el sector de las ópticas y amante de la música, quería matar dos pájaros de un tiro; por un lado promocionar sus comercios y por otro, que a través de Emilio y del periódico se difundieran nociones de guitarra.
Los tres quedaron encantados; el empresario patrocinaría una página semanal, el músico plasmaría los acordes de una canción y el director general de EPI, más contento que unas Pascuas, llevaría la parte comercial. Quince años duró aquella colaboración que tuvo un éxito tan grande entre los lectores que las libretas de acordes de Emilio Gómez todavía se cotizan pero ya no se encuentran.
Emilio Gómez recuerda que su primera guitarra se la compró su madre en la ferretería El Martillo, que estaba situada en la subida de San Pedro. “A mí me pareció una guitarra preciosa, pero no sé si la regalé o la perdí, pero nunca supe qué le pasó, quñe fue de ella. Siempre he tenido nostalgia por ella, esa es la verdad”. Dice Emilio que su amor por la música le viene de su madre, María Luisa, mujer bohemia y a la que le gustaba mucho cantar, pero “como no sabía tocar ningún instrumento quizás quiso proyectar su amor a la música en mí, de ahí que me comprara aquella guitarra de la que te hablo”.
Dice que el instrumento le costó unas 140 pesetas, cantidad que en los años 50 era una pasta. El “método Emilio para guitarra” era tan fácil que “he visto a verdaderos troncos tocando como si tal cosa y he dicho, caramba, pues acerté”. Emilio está casado con Carolina, amante asimismo de la música, y tiene dos hijos. El hombre puede presumir de muchas cosas en su larga docencia musical pero se decanta por el siguiente:”Una vez me encontré con el fallecido timplista, maravilloso artista, José Antonio Ramos, y me dijo: “Yo aprendí acordes con tus libretos, Emilio”. Qué gusto. “Eso fue un honor porque lo he considerado siempre un extraordinario músico al que, desgraciadamente, hemos perdido”
Emilio Gómez dice estar agradecido a los que le tendieron una mano, Tatín Jaén y Editorial Prensa Canaria, porque facilitaron que con su método tan sencillo aficionados a la música “sacaran canciones a la guitarra”, que se atrevieran con un instrumento que “de entrada impone pero una vez cuando lo acaricias es dócil y agradecido”.
Añade un comentario