El efecto mariposa es un concepto de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo.
La gente está pasando de la indignación a la furia, a la rabia no contenida. La casta política está llamando a despertar a los españoles, a levantarlos de los sillones y lo sofás, de hablar del partido de futbol de su equipo favorito a comentar los sucesos del barrio del Gamonal en Burgos, y las imágenes de las cargas de los “antidisturbios”. El estúpido Alcalde de Burgos empeñado (no se sabe muy bien si además de empeñado está pringado hasta los huevos) en construir un bulevar con aparcamientos subterráneos para 245 vehículos, sin tener en cuenta la voluntad de los ciudadanos que ven como se esfuman 8 millones de euros en unas obras superfluas y sin ninguna necesidad, entre otras cosas porque de aparcar en la calle gratuitamente aquel que quiera utilizar los aparcamientos (privados) tendrá que abonar la nada despreciable cantidad de 25.000 euros por plaza de garaje, ha terminado por ocupar la Avenida del Barrio El Gamonal por vecinos y no vecinos de Burgos.
El Gamonal es un barrio obrero donde el paro se ha cebado con el 80% de sus habitantes. Familias humildes, donde el único sustento que tienen es el núcleo familiar. Son los padres o abuelos que soportan como pueden la carga de sus hijos o nietos en el desempleo y agotadas las prestaciones sociales. Donde el leve aleteo de una mariposa en Pekín es capaz de provocar discusiones violentas, motivadas principalmente por el desespero y la angustia que supone la pobreza, la miseria que acaba en la exclusión social.
Los vecinos, hartos de estar hartos de tanta gilipollada política, de tanto descerebrado mediocre, se echan a la calle a protestar y a señalar las prioridades que necesitan; la guardería cerrada por falta de recursos, comedores sociales que no admiten una `plaza más, ayudas a los desempleados para poder pagar el agua y la calefacción que consumen. Burgos es una capital emblemática de Castilla y León, (habitada en un 50% por personas bajo el umbral de la pobreza, donde ni siquiera cobran el mínimo de subvención, los 426 ridículos euros, conviven como pueden entre la solidaridad de familiares, amigos y vecinos) se echa a la calle masivamente a protestar contra la estupidez, cretina y mentecata de un Alcalde que, al igual que el Gobierno de Rajoy, da la espalda al pueblo “soberano”. Los viles y villanos escapan de la crisis, se aprovechan de tanta angustia y desespero. Un país dominado por personajes como Ángela Merkel y una Europa gobernada por intereses financieros que sólo buscan el enriquecimiento de oscuros poderes, tiene que terminar con una revolución social sin precedentes que traspasará fronteras y luchará por la igualdad social que es inevitable en toda la Unión Europea.
Detenciones, agresiones de las fuerzas, mal llamadas, de Seguridad del Estado, donde se detienen a manifestantes solicitando penas de prisión por más de 6 años, culpados de quemar un contenedor de basuras o insultar a un mastodonte, vestido de policía, aporreándote hasta la coronilla al llamarle hijo de la gran puta. La justicia parece que solo existe para los parias, para los desterrados hijos de Eva, para los que solo tienen la voz para protestar.
El efecto Gamonal debe de extenderse por toda esa piel de toro llamada España, para protestar contra una política de lo absurdo a donde nos ha llevado Mariano Rajoy y su mariachi. Debemos salir todos los 45 millones de españoles a protestar por la subida de un 70% del importe del recibo de la luz, el agua y ahora el gas butano, por las leyes descerebradas contra el aborto o la nueva ley de “seguridad ciudadana”. Gritar has quedarnos sin voz para defender la Sanidad y la Educación pública, utilizar los instrumentos que fuera preciso para detener tanta cabronada y poner coto a tanto ladrón que, al igual que al Alcalde de Burgos, no le importa la opinión y el deseo de los ciudadanos si van en contra de “sus propios intereses”.
Toda España es el Gamonal de Burgos, todos tenemos múltiples motivos por los que ganar las calles en todas las ciudades españolas, nos sobran esos motivos y ya no nos está faltando el valor para todos a una, en toda España gritar: ¡¡ BASTA YA ¡!
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