AGENCIAS.-El jugador del FC Barcelona Leo Messi y su padre, Jorge Horacio Messi, han coincidido en afirmar en su declaración como imputados por fraude fiscal ante el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Gavà que el deportista era ajeno a la gestión de su imagen y la tributaria, según fuentes judiciales.
Leo Messi, que ha llegado sonriente este viernes a los juzgados y ha salido aclamado por la multitud y ha firmado autógrafos tanto dentro como fuera del juzgado, no ha hecho declaraciones a la prensa, y su padre tampoco ha atendido a los medios de comunicación.
Su abogado, Cristóbal Martell, ha explicado que en la declaración se ha evidenciado «la escasa voluntad defraudadora y la gran voluntad en regularizar la relación con la Agencia Tributaria y no realizar una lucha enconada de discusión con el Estado de interpretación de las normales fiscales».
La defensa asegura que no piensa discutir las interpretaciones jurídicas que mantiene la Agencia Tributaria, y en su intervención pública Martell ha declarado que, desde que se inició el procedimiento inspector, la instrucción de la familia Messi fue de «transparencia, claridad y colaboración».
«Cuando el procedimiento inspector se inicia, los profesionales a los que se nos confía tenemos una única instrucción: colaborar con la administración en el esclarecimiento de los hechos aportando datos, magnitudes económicas», ha puntualizado en una breve declaración a los medios.
Leo Messi y su padre están imputados por un presunto delito de fraude fiscal de más de cuatro millones de euros en la gestión de sus derechos de imagen, pese a que ya han consignado cinco millones en el juzgado como «pago reparatorio», lo que no les ha eximido de declarar este viernes.
La juez les imputó después de admitir a trámite la querella de la Fiscalía, que describe que la estrategia de Messi consistía en simular la cesión de sus derechos de imagen a sociedades instrumentales radicadas en paraísos fiscales –Belice y Uruguay– y, paralelamente, formalizar contratos de licencia, agencia o prestación de servicio con otras ubicadas en jurisdicciones de conveniencia, como Reino Unido y Suiza.
Poco después de sus imputaciones, el futbolista y su padre se apresuraron a pagar a la Agencia Tributaria 10 millones de euros en declaraciones complementarias del IRPF por sus derechos de imagen correspondientes a 2010 y 2011.
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