En septiembre de 2005 la radio española pegó un vuelco: Iñaki Gabilondo se marchó al canal Cuatro de televisión y dejaba la silla vacía en la SER. Después de varias opciones, finalmente, un catalán, popular y prestigiado periodista en Cataluña y prácticamente desconocido en el resto de España, de nombre Carles Francino, la ocupó. Los oyentes de la SER, acostumbrados a la voz de Iñaki, se sintieron al principio desconcertados, cuando no traicionados. Unos no le otorgaron la confianza del recién llegado y abandonaron su militancia en la cadena de Prisa. Otros, los más, continuaron escuchando el “Hoy por Hoy”, porque Francino, con su estilo, supo trasladar a la antena de la SER su enorme profesionalidad y su cercanía y calidez. Al comienzo de esta temporada, y pese a haber logrado sus mejores resultados de audiencia en el EGM, la dirección de la SER, en un alarde de originalidad, decidió intercambiar sus fichas de la mañana y la tarde, y sumar una incorporación: la de una recién llegada a la radio, Pepa Bueno. Francino sufría un traslado forzoso a la tarde y fue condenado a abrir todos los días “La Ventana”, mientras que Gemma Nierga era, se supone, promocionada a la mañana, aunque no le cedían todo el “Hoy por Hoy”, sino solo la parte más lúdica, en un ejercicio incomprensible de desconfianza hacia su probada capacidad profesional. Ambos, en definitiva, parecía que sufrían un castigo.
Carles Francino vive las tardes de la SER intensamente
El discurrir de la temporada ha puesto las cosas en su sitio, día a día. El tiempo ha demostrado, como afirmo en el titular de este post, que a Francino le ha sentado muy bien la tarde. Se le nota. Y lo transmite. El oyente, que no es tonto, a pesar de que en algunas cadenas de radio se le trate como tal, percibe que el catalán está feliz. Su ritmo de vida ha cambiado. De madrugar indecentemente para presentar el “Hoy por Hoy” y llevar una vida monacal, a lo que obliga este horario furibundo, ha pasado a despertarse, como la mayoría de los españoles, a una hora mucho más decente. Su nuevo horario le permite disfrutar más de la familia, que tiene ahora, por cierto, en período de crecimiento. Este equilibrio personal tenía que traducirse, por lógica, en un estado emocionalmente más favorable para asumir la dirección y presentación de “La Ventana”.
Carles Francino se ha rodeado del mismo equipo y colaboradores del "Hoy por Hoy"
Pero no solo se ha llevado consigo al equipo de base, sino también a Sebastián Bernal, director adjunto y a Antonio Martínez, artífice de la sección “Todo por la radio” que se emite de lunes a jueves, y que en otro tiempo, cuando había más dinero, encabezó “Los Guiñoles” de Canal Plus. Francino, en sus nuevas condiciones, ahora al frente de la tarde de la SER, estableció que no quería perder a muchos de sus colaboradores, como también hizo Gemma Nierga con respecto a la mañana. Así, nombres como los de Juan Ángel Vela del Campo, José María Izquierdo, Mariola Cubells, Javier Coronas o Martín Berasategui han decidido, previa invitación, cambiarse también de horario. Y de esta manera, rodeado de su equipo, fiel y eficaz, y de sus colaboradores más estrechos, los que crecieron con él en el nuevo “Hoy por Hoy”, Carles Francino ha regresado pletórico de fuerzas y de voz, pese al reciente susto en forma de afonía que sufrió, como les ocurrió antes al propio Iñaki y a Gemma.
Carlos Boyero
Pero las generalidades, casi todas positivas, tienen algunas concreciones que merecen un poco más de detenimiento. Los viernes, aparece Carlos Boyero y “La Ventana” se llena de su vozarrón tan cáustico. Los oyentes le llaman para compartir con él sus recuerdos de cine, sus libros preferidos o pedirle su opinión respecto de algún actor o director. La fuerte personalidad de Boyero, que ante el micrófono casi siempre suena duro, incluso antipático, pero siempre acompañado de tintes de verdad y autenticidad, hace de esos diez o quince minutos, pura radio.
Isaías en acción; Francino sonríe
Manuel Cruz, que decidió quedarse en “La Ventana”, pese a la marcha de su descubridora para la radio Gemma Nierga, nunca deja de sorprenderme. Sus argumentos, sus reflexiones -abiertos, límpidos- sobre los más diversos temas que nos mueven en esta vida, convierten su sección “Filósofo de guardia” en un cúmulo de realidades, presentadas desde la naturalidad de sus planteamientos, que impactan de inmediato en el oyente que, receptivo, se deja empatizar por su filosofía aplicada al devenir cotidiano de nuestra existencia. ¡Qué grande!
Concostrina, pluriempleada en la SER y en RNE
¡Y qué decir de Nieves Concostrina! De entrada que es, junto conJuan Carlos Ortega, otro caso –que yo sepa- que comparte colaboraciones en dos cadenas de radio. Lo hace, también como “El Ortega”, en RNE y en la SER. ¡Y será por algo! Nieves resucita la historia, y no lo digo en alusión fácil a su sección sobre famosos difuntos que aborda los fines de semana junto a Pepa Fernández en la emisora pública, apasionante por otra parte; sino porque su manera de contar el pasado nos hace revivirlo en presente. El indispensable condimento desenfadado que le echa a sus intervenciones hace, además, que prestemos atención a lo que cuenta con más agrado, si cabe.
Iñaki de la Torre
Y los viernes también, para encarar con una sonrisa el fin de semana, “La Ventana” de Francino propone un paseo musical que a veces cuenta con actuaciones en directo, y siempre con el conocimiento y la docencia simpática de Iñaki de la Torre que no es porque sea amigo –que también- nos enseña a aprehender más los elementos, los ritmos, los instrumentos, de que consta una melodía y que hasta ahora nos habían pasado inadvertidos. Siempre, desde que le conocí en el programa “Gran Vía” de Radio Madrid, he admirado su talento, y hasta he intercambiado algún que otro SMS tras sus intervenciones con Francino, alabando sus actuaciones.
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