Elblogoferoz.- Shirley Ossorio Díaz es el claro ejemplo de que una idea bien madurada no conoce el temor en el momento de ubicar físicamente el negocio. Ella tuvo claro la necesidad de su empresa, un pequeño taller de costura, que no ha parado de recibir encargos desde que abrió sus puertas.
Con recursos propios y bien asesorada, ella está feliz con la marcha de esa maravillosa idea que un día tuvo. Emprender en La Laguna.
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