Este viernes, 1 de marzo, viajo a Bruselas para presentarle al comisario de Política Regional de la Unión Europea, Johannes Hahn, la primera fase del Plan de Acción 2020 para Canarias, siguiendo la hoja de ruta establecida en la Comunicación elaborada en junio del año pasado con el objetivo de dotar a las regiones ultraperiféricas (RUP) de los mecanismos necesarios para “mitigar” sus “limitaciones permanentes” y “garantizar su plena integración en el mercado único y en sus respectivas vecindades”.
Este Plan de Acción, que se desarrolla en dos fases –una primera, de carácter estratégico, que incluye un análisis de fortalezas y debilidades, oportunidades, prioridades, objetivos y sectores; y una posterior, ya operativa, orientada a definir cómo pueden los distintos instrumentos a nivel europeo, nacional y regional contribuir a los objetivos de esa estrategia–, se enmarca en los contenidos de la agenda Europa 2020 y se sustenta en un criterio de crecimiento inteligente, sostenible e integrador.
En la reunión daré a conocer al responsable de la política regional europea los objetivos que se ha trazado Canarias hasta el final de la década, según un diseño integral en el que el crecimiento y el empleo se sitúan en primer plano, con el turismo como columna vertebral para la diversificación y modernización de nuestra economía.
En este sentido, haré hincapié en los planes del Ejecutivo para situar al Archipiélago como referencia europea en el Atlántico medio, un punto de encuentro y de intercambio cultural y económico entre tres continentes, un territorio plenamente integrado en Europa y en los flujos internacionales de ideas, personas, bienes y recursos financieros.
A grandes rasgos, detallaremos los planes del Ejecutivo para lograr que Canarias siga siendo uno de los principales destinos turísticos del mundo en 2020, ofreciendo a los visitantes un producto genuino, excelente y sostenible que les permita disfrutar de múltiples experiencias de ocio y culturales.
Defenderemos una Canarias volcada con el crecimiento a través del empleo y la educación, como plataforma para los negocios, la formación y la promoción de nuevas tecnologías y conocimientos vinculados a los retos del desarrollo humano, la salud y la sostenibilidad medioambiental, así como sus posibilidades para convertirse en laboratorio europeo para fenómenos naturales y sociales que suponen grandes retos de la humanidad.
Ideas que confluyen plenamente con las prioridades recogidas en la citada agenda de Europa 2020, esto es, un crecimiento inteligente, sostenible e integrador capaz de proporcionar altas cotas de empleo de calidad y de prosperidad, y que esperamos cuenten con todo el respaldo del Estado y de la propia Unión Europea.
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