AGENCIAS.- Deyan Valentinov Deyanov, acusado de decapitar a Jenniffer Mills Westley el 13 de mayo de 2011 en el municipio de Arona (Tenerife), era una persona «sucia y salvaje» y «no parecía humano».
Así lo ha descrito una mujer que, junto a su marido, se cruzó con el presunto asesino en el establecimiento chino donde aquel día se produjeron los hechos, situado en la avenida Ámsterdam de Los Cristianos.
En la segunda sesión del juicio, y a través de videoconferencia, la testigo dijo haber visto a Deyan Valentinov «arrodillado con el cuchillo sobre la víctima» y recordó «cómo se lo clavaba de forma violenta».
Su marido, por su parte, aseguró que vio al acusado apuñalar a la víctima. «Vi cómo le cortó el cuello con el cuchillo. Vi cómo se lo clavaba y se lo sacaba y cómo luego salió del edificio», declaró.
Aquel día, varias personas de nacionalidad china se encontraban trabajando en el comercio. Una de ellas declaró que estaba en el pasillo donde el acusado decapitó a la víctima. «Lo vi todo. Cogió un cuchillo muy grande de la estantería y la atacó por sorpresa, dándole golpes en el cuello hasta que le arrancó la cabeza», relató.
La testigo también pudo ver cómo el acusado se dirigía hacia una de las salidas del establecimiento, donde Valentinov «dejó el cuchillo sobre una silla y salió con la cabeza en la mano».
Otra de las empleadas, que se encontraba en otro pasillo cerca del mostrador de la entrada, también fue testigo de los hechos. «Le vi con la cabeza en una mano y el cuchillo en la otra», relató la mujer, quien llegó a escuchar hasta dos veces cómo el presunto asesino decía «le he cortado la cabeza a una chica loca».
Antecedentes
Los hechos ocurridos el 13 de mayo de 2011 fueron investigados por el Cuerpo Nacional de Policía, que ya conocía al presunto asesino por tener antecedentes por varios delitos de daños y lesiones.
Uno de los agentes relató durante el juicio que unos días antes de que se produjeron los hechos, el acusado ya había protagonizado un altercado en Las Verónicas, donde se peleó con unos hombres de color, y también había sido encontrado lanzando botellas de cerveza a un centro comercial.
Deyan Valentinov también debía comparecer los días 1 y 15 de cada mes en los juzgados por agredir cuatro meses antes a un vigilante de seguridad con una piedra, un hecho por el que se dictó una orden de búsqueda y captura dictada por el juzgado número 4 de Arona, algo que constaba en la base de datos de la Policía, según declaró la defensa.
En cuanto a la investigación, consistió en el visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad del bazar chino, cuyas grabaciones se llevaron «íntegras» para evitar cualquier manipulación.
Otro de los agentes, que acudió al lugar de los hechos por lo que en principio parecía «un apuñalamiento», declaró en el juicio que aquel día vio a Valentinov «totalmente ensangrentado» y «alterado» tras ser retenido por tres personas en la calle después de cometer el crimen.
Durante su traslado a comisaría, agregó, «movía la cabeza y decía cosas sin sentido», describiéndole como «una persona diferente que parecía estar fuera de sí, alterada pero no violenta».
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