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MODA. Juan Castañeda, el escultor de la belleza. Por Mónica Ledesma

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Elblogoferoz / Mónica Ledesma.- Un pincel acaricia de rojo la piel de unos labios. El rímel espera impaciente para alargar hasta el infinito las pestañas y el delineador va bordeando de sensualidad felina el mirar de los ojos. Cuando la tez se ha transformado en seducción, el rugir del caliente viento del secador sopla sobre el cabello, haciéndolo danzar en el aire en un frenesí de coquetería. Sus manos se mueven rápidas, seguras y confiadas sobre la humedad de una larga melena y así, acompañado de un batallón de horquillas, comienza a tejer un mundo de fantasía a base de mechones.

Ver trabajar a Juan Castañeda es un privilegio y ponerse en sus manos todo un derroche de glamour. Amado, idolatrado y, a veces, envidiado, es hoy uno de los estilistas con más renombre en el panorama de la alta peluquería, no sólo de Canarias sino a nivel nacional. Casi 25 años de profesión le han servido para ganarse a pulso su fama de genio y visionario del estilismo. Adicto a la moda y al color negro, se ha convertido en un escultor de belleza al que la suerte le ha dado la mano durante su dilatada trayectoria.

Herreño de nacimiento, isla de la que se siente muy orgulloso, su infancia la recuerda con olor a laca, tinte y rodeado de rulos, ya que creció a la vera de su madre en una peluquería de Valverde. “Siempre quise ser lo que soy”, afirma Juan Castañeda, y entre risas de nostalgia le viene a la memoria como esa vocación interior salía a relucir en cualquier instante. “Nací en Frontera, pero cuando fui al instituto, con 15 años, tuve que quedarme en una residencia escolar en el otro municipio y allí comencé a cortar el pelo a todas mis compañeras de clase. No sabía nada de este mundo y todo lo que hacía era de manera autodidacta, pero ellas me animaban y se ponían en mis manos”.

El estilista, en su salón, realiza las pruebas de maquillaje a una de las candidatas a Reina del Carnaval.

El estilista Juan Castañeda lleva casi 25 años dedicado al mundo de la peluquería y de la moda, tiempo en el que ha logrado ser un referente a nivel nacional

Siendo aún adolescente, Juan ya tenía más que claro su vocación y un día decidió hacer la maleta y poner rumbo a Tenerife, donde acabó sus estudios “porque tenía que ser lo que soy hoy”, apunta. Sus ganas por aprender le hicieron, años más tarde, trasladarse a Madrid donde acabó su formación como peluquero y después, a su regreso  a Canarias, comenzó a trabajar en varios salones de renombre, como el de Frank’o, de quien confiesa “ha sido mi gran maestro y con el que verdaderamente me terminé de realizar profesionalmente”, señala el estilista.

Tras colaborar con otros estilistas de la Isla, Juan tomó de nuevo rumbo a la Península y es, entonces, cuando se adentra de pleno en el mundo de la moda. “Estuve trabajando en Valencia con Tono SanMartín, uno de los grandes de la peluquería en España, pero opté por hacerme freelance y empecé a trabajar en las pasarelas más importantes del país, como Cibeles, Gaudí, la del Carmen o Valencia. También colaboré con Hannibal Laguna en sus desfiles por Niza, Mónaco, Montecarlo o Grecia y además he tocado el mundo de la televisión como estilista para Antena 3 y Canal Nou”, destaca.

Uno de los trabajos de estilismo para publicidad de Juan Castañeda.

Asimismo, sus manos han peinado a personajes tan conocidos como Adriana Karembeu, Laura Sánchez, Esther Cañadas, Almudena Fernández o Mark Vanderloo. Un cúmulo de experiencias que fueron tallando la creatividad de este artista de la imagen, haciendo de él un nombre al que diseñadores y fotógrafos podían recurrir como referente del estilismo en moda.

“He viajado por casi todo el mundo trabajando junto a peluqueros de renombre y nunca me he sentido ni menos que nadie y por supuesto superior a nadie por ser un peluquero de Canarias. Todo lo contrario. En Canarias hay muy buen nivel de profesionales y sobre todo una gran cultura en moda. Si te subestimas no avanzas”, matiza el creativo.

Salón de belleza

No obstante, pese a tener el mundo ante sus pies, Juan Castañeda necesitaba otro cambio en su vida y decidió, hace once años, regresar a Tenerife con la idea de abrir su propio salón de belleza en la capital, por el cual ha pasado la flor y nata de la sociedad y en el cual apura casi todo su tiempo aportando «calidad y cariño» a su clientela.

Aunque el éxito le sonríe, sigue añorando un poco al Juan de antes, pues “durante todo este tiempo de profesión es cierto que puedo decir que han habido momentos muy brillantes pero también otros muy duros, pero creo que el hecho de que hoy en día pueda seguir dedicándome a hacer lo que más me gusta ya es de por sí una satisfacción. Hecho unido a que si encima tus locuras tienen un reconocimiento pues esto me hace aún más feliz”, apunta.

“Los últimos ocho años de mi vida han sido de madurez profesional y de recoger un poco los frutos de mi trabajo, aunque nunca me he acomodado a vivir de los éxitos y no he perdido la ilusión por lo que hago. En cambio, si he de reconocer que esta última época ha sido de mucho trabajo, esfuerzo y de dedicarle el cien por cien de mi vida a este mundo, dejando un montón de cosas de lado. Por suerte, tengo grandes amigos y amigas que me ayudan muchas veces a poner los pies en la tierra, porque a los que somos artistas se nos va un poco la pinza”, subraya mientras sus manos se mueven al compás de la risa.

La sensualidad de la mujer sale a relucir en el estilismo de este profesional canario.

Nació en El Hierro y desde muy pequeño supo que quería ser lo que es hoy. Se formó en Madrid y ha trabajado con los mejores peluqueros y diseñadores

Cuestionado sobre en qué ha cambiado tras casi 25 años dedicado a este mundo, Juan Castañeda es claro y afirma que es la madurez profesional, a pesar de que echa en falta la frescura de los inicios. “Las locuras que uno hacía antes hoy ya no puedes permitírtelas, porque te vas creando un nombre y un hueco en la sociedad y sería como tirar piedras sobre tu propio tejado. Pero lo que pierdes por un lado se gana por otro. Por eso me da mucha rabia ver que las nuevas generaciones no tienen ya esa ilusión por su trabajo, sino solo se preocupan por un sueldo a final de mes. A mi me ha costado mucho dinero, tiempo y sacrificio personal el formarme y llegar a ser lo que soy. Por eso me da mucha lástima que hoy en día la cultura laboral sea la del salario que, sin menoscabar su importancia, prima más que la formativa”, apunta.

La imaginación sin límites es el eje de sus trabajos.

“Toda mi vida he estado formándome y aún sigo haciéndolo. Cada año voy a la academia Vidal Sassoon de Londres para realizar cursos y estar al día en nuevas tendencias. Es fundamental para mi trabajo, que está directamente vinculado a la moda. Además, me nutro mucho de revistas, que junto a las tendencias que marca la calle, son mi gran fuente de inspiración. Siempre voy pegado a una y más que leerlas las devoro”, explica el estilista.

Un mundo de glamour y sensualidad que las manos y la creatividad de Juan Castañeda han contribuido a ensalzar a su máximo exponente. Un artista que de por sí ya es un referente en moda con un peculiar estilo marcado por su look garçon y su fino bigote, que le confieren un aire entre lo bohemio y lo chic.

La moda es su pasión

Moda por la que no solo siente pasión sino que también ha sido y es su principal fuente de inspiración y de trabajo y que gracias a la cual se ha vinculado a importantes diseñadores canarios como Marco Marrero y María Díaz, Juan Carlos Armas -con el que colabora en el Carnaval- Rodrigo Piñeiro, Choro Hernández, Aurelia Gil o Lenita & XTG, entre otros, así como el nuevo proyecto que ha emprendido de la mano de José Álvarez bajo el nombre de Bounty Atelier.

“Soy muy serio y profesional en mi trabajo y creo que por ello sigo manteniendo a todos mis clientes de moda. Además trabajo con muchos fotógrafos de las Islas, pues lo que me encanta es el total look, es decir, inventarme una historia, creérmela y empezar a crearla de la nada para hacer un buen trabajo de publicidad. Para ello me gusta apoyarme en otros grandes y en el caso del fotógrafo Alfonso Bravo la afinidad es total, pues aparte de amigo es un bastón en mi vida”, destaca.

Otro de los trabajos de estilismo de Castañeda, con un marcado look años 20.

Precisamente ha sido junto a Bravo con quien ha realizado importantes estilismos a nivel nacional, como el de las tres ediciones del calendario Peroni, del cual Juan Castañeda ha sido el encargado de trasladar al espectador a los glamourosos años de la Dolce Vita gracias a sus creaciones. “Agradezco mucho a la Escalera de Fumío que confiaran en mí para uno de los trabajos más reconocidos en estos momentos en Canarias, pues soy consciente de que si un estilismo no es brillante puede tirar abajo el trabajo de toda la gente que hay detrás”, resalta.

Es por ello, que el creativo asegura con total rotundidad que el maquillaje y el peinado es, además de arte, moda, pues “en general ésta engloba a estilistas, diseñadores, escaparatistas, gráficos, tatuadotes, etcétera. Todos somos artistas y todos hablamos un mismo lenguaje y nos movemos en torno a tendencias e innovación. La moda es un todo”.

Abanico de clientes

Respecto a si la crisis ha tocado también al sector del estilismo en moda, indica que “si se ha notado mucho, pues no todas las empresas están dispuestas a gastar dinero en una gran campaña publicitaria. Algo que afecta no sólo a esta faceta profesional, sino también a la de mi salón, donde no ha quedado más remedio que bajar precios para poder mantener a la clientela”.

Juan Castañeda retoca a una modelo durante el trabajo para el calendario Peroni.

El peluquero afirma que lo que más le molesta de su profesión es que se infravalore el trabajo y sobre todo la ilegalidad existente en el sector

En cuanto a si considera que la crisis también va unida a una menor demanda de clientes ante el boom de peluquerías que han nacido en la Isla, Castañeda –que además pertenece a la Asociación de Peluquería y Estética de Tenerife Moda- es tajante y niega tal hecho. “Es cierto que hay muchas peluquerías como también pueden haber muchos bares. Esto no es lo que me preocupa. Mi trabajo es centrarme en que la clienta que entra a mi salón salga contenta y no en pensar en lo que hace el de la peluquería de enfrente, el de la calle de a lado o la del piso de arriba. Realmente, lo que sí me molesta es que esta profesión se infravalore y se regale el trabajo ante la ilegalidad que, muchas veces, hay detrás”.

Preguntado sobre si considera que su salón puede ser calificado como elitista, alega que “cuando uno tiene un negocio tiene que abrir las puertas a todo el mundo y en mi caso me encanta tener color en mi peluquería. No me gusta que se me catalogue como un local de alto standing, pues mis precios son medios y se atiende a toda persona, de cualquier tendencia o edad que quiera ir”, matiza.

Sus manos saben transformar en belleza cualquier rostro.

Juan Castañeda cuando no tiene secador, tijera o brocha de maquillaje en mano, es un hombre al que le encanta viajar, descubrir nuevos restaurantes, charlar con sus amigos entorno a un café o ir de compras. Además es un deportista nato que ha encontrado en la gimnasia, como asegura, su válvula de escape y, curiosamente, también es un periodista vocacional que colabora en varias publicaciones de moda aportando su visión sobre las nuevas tendencias que, en estos tiempos de crisis, afirma que es una vuelta a lo práctico.

Tendencias

“Las clientas cada vez más alargan las visitas al salón y por eso se han puesto de moda las mechas californianas, que causan ese efecto de cabello rubio desgastado que no las hace tan esclavas del tinte. En cuanto al maquillaje se llevan las bocas con mucho color, sobre todo rojos, para alegrar el rostro gastando poco”, adelanta.

En cuanto a sus planes inmediatos, anuncia que el próximo día 20 se irá a Londres a un curso de formación y, aparte, tiene varios proyectos en marcha con Procter and Gamble así como una portada y un editorial para una revista junto al fotógrafo Alfonso Bravo.

Lo cierto es que Juan Castañeda se aferra al trabajo sin perder su ilusión y, lo más importante, es que sigue disfrutando con lo que hace. Aunque asegura que aún quedan muchos sueños por cumplir, su creatividad no deja de aflorar y así, mientras en la calle la vida sigue su alocado caminar, el artista vuelve a su salón para acariciar con sus dedos unos cabellos que vuelan al aire esperando a transformarse en belleza.

Juan Castañeda.

 

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  • La primera foto es de cafeconclau.com muy bueno el post que habla de la candidata. Lo leíste?

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