A tenor de lo conocido, aquellos saharianos huidos del ex territorio español que llegan hasta el lugar del desierto, Tinduf de soberanía argelina pero bajo su protección como parte interesada en el conflicto (que perdura hasta hoy), y allí permanecerán bajo condiciones ínfimas en cuanto a régimen alimenticio, sanitario o de hábitat mientras esperarán la llegada del auxilio internacional a través de Argelia, su principal valedor.
A lo largo del año 1976 el número de refugiados fue incrementándose hasta cifras en torno a cien mil. En febrero de dicho año en las proximidades de la frontera sahariano-argelina, el Frente Polisario proclama la independencia del territorio ocupado por Marruecos. Se creaba la República Árabe Saharaui Democrática, y el 4 de marzo se formaba el primer gobierno bajo el liderazgo de El Uali Mustafa de marcado carácter progresista. Obtuvo el reconocimiento internacional, si bien Marruecos no dio importancia a estas continuas muestras de solidaridad hasta fechas relativamente recientes.
Según datos de prensa, en torno a 200.000 personas residen actualmente en estos campamentos de Tinduf, en condiciones mínimas, como se dijo, a pesar de las ayudas internacionales bajo auspicios de la ONU, al tiempo que reciben, regularmente, delegaciones de países de todo el mundo, como muestras de solidaridad; la mayoría afines a la izquierda política…
Fuentes bibliográficas propiamente saharauis publicadas en medios escritos de estas Islas, y a pesar del dictamen ambiguo del Tribunal de La Haya, consideran la invasión del territorio ex español, a partir de su ocupación efectiva, como violación jurídica de un principio fundamental de derecho internacional. La misma Carta de las Naciones Unidas condena la invasión y posterior ocupación coactiva, al enfrentar a las fuerzas armadas españolas, actitud que vulnera los más elementales derechos humanos de la población indefensa indígena con legítima posesión ininterrumpida, y con derechos históricos por su origen berebere, cuya etnia es anterior a la invasión y dominación islámica del siglo VIII, y de otras posteriores…
A mayor abundamiento, la resolución 1514 (XV) de la Asamblea de Las Naciones Unidas de 1960. Los dictámenes de este alto organismo fueron sistemáticamente incumplidos por razones políticas y de equilibrio geopolítico mundial. El 29 de abril de 1991, el Consejo de Seguridad en su resolución 690/91 decidió establecer las bases para el anunciado referéndum, la llamada MINURSO, a celebrar en 1992 si bien nunca llegó a producirse por el continuado obstáculo que patrocina los Estados Unidos.
Controvertida ha sido igualmente, a lo largo de este contencioso no resuelto, la relación de los saharauis del Polisario con estas Islas Canarias por muy legítimos que sean los fundamentos históricos aludidos. Tal como apuntaba Manuel Iglesias en artículo periodístico para Diario de Avisos en junio de 2004 con ocasión de la visita del presidente del Gobierno canario Adán Martín, ambos fallecidos, al reino de Marruecos, en unos momentos críticos con problemas inmigratorios y por los atentados islámicos de Madrid y Casablanca, cuando dijo: “Canarias debe poner todo su esfuerzo en aquello que contribuya a evitar conflictos, a buscar puntos de coincidencia, a facilitar acuerdos dignos y mantener buenas relaciones entre las partes”. Sin embargo, el presidente canario no aceptó la invitación del representante saharaui, Ahmed Boukhari, para visitar los campamentos de Tinduf. Hubiera significado el rechazo inmediato de Marruecos (y del Gobierno de España) por el consiguiente perjuicio en aquellos críticos momentos, aún reconociendo que el monarca alauita tiene en su despacho de trabajo un mapa de Canarias con el mismo color verde del territorio continental marroquí situado a unos cien kilómetros del Archipiélago. También se ha de considerar las manifestaciones realizadas por el presidente de la Comisión de Solidaridad y Cooperación con los pueblos, Miguel Hidalgo Sánchez, dependiente de la FECAN, cuando en junio de 2005 dice: “El Sahara Occidental es el último país de África sin descolonizar (según el mandado de la ONU), que continúa ocupado a sangre y fuego por el ejército marroquí y cercado por muros militarizados y minas antipersonal en la forzada división del territorio” (que siempre fue posesión de tribus beréberes).
Pero no es sólo la negativa marroquí a cumplimentar reciente resolución de la ONU, julio de 2003, aprobada por unanimidad y aceptada por el Polisario, a más de notificada oficialmente al Gobierno marroquí, sino el interés de determinadas potencias por razones geoestratégicas conocidas (Francia, Estados Unidos, a la que no se halla ajena la propia España) cuando niegan el aval necesario para cumplimentar el referido mandato del alto Organismo, como es sabido.
Así también lo corroboró el intelectual canario natural de La Palma, Luis León Barreto, en marzo del año 2006 cuando dice. “La ONU no va a solucionar el conflicto sin imponerse a las partes que no desean hacer lo que no quieren. No habrá referéndum y se impone un nuevo Plan Baker (estatuto de autonomía saharaui dentro del reino de Marruecos) que tampoco parece viable, al menos por ahora, por la continua reticencia imperialista marroquí (que conforma el “quid de la cuestión” hasta hoy)
Si bien, durante junio de 2007, EUROPA PRESS desde Nueva York con fecha 20 informa que las negociaciones auspiciadas por la ONU mantenidas entre Marruecos y Frente Polisario los pasados días concluyó con la promesa de ambas partes de retomar las conversaciones en el mes de agosto, según informó el representante personal del secretario general Ban Ki Moon para el Sahara Occidental, Meter van Walsum, en un comunicado. Tendrán lugar en un lugar determinado en las afueras de Nueva York…, y que se repiten más tarde en el mes de noviembre, con resultado indeterminado por imprevisible al desconocerse lo que allí se acordó; y a la espera de la próxima reunión, antes de este fin del pasado año 2010, en la que se esperaban resoluciones viables, esperadas como definitivas…, por todas las partes. Estas deben ser las posturas más apropiadas pero que se mantienen ralentizadas a día de hoy, fines de 2012.
Son los hechos desde ángulo histórico con ayuda de la prensa editada y con pretensión de la máxima objetividad con perspectiva académica como norma.
Miguel Leal Cruz es el responsable de la web
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