Es curioso, como ya hemos dicho en otras ocasiones, que haya que llegar a la amenaza de la retirada de una compañía de una de las líneas marítimas que atiende en Canarias (léase, El Hierro), para que los políticos involucrados en la discutible gestión del sector encuentren una solución “in extremis”, que en este caso se traduce en un “adelanto” de 750.000 euros para apaciguar los ánimos. ¿Por cuánto tiempo?
Y eso es lo que ha sucedido con Naviera Armas, que mantendrá dos frecuencias semanales entre Tenerife y El Hierro (sábados y lunes o martes, está por determinar), lo que nos hace pensar que las otras dos frecuencias –con la que algún político herreño dice que se conforma- estarán a cargo de Fred. Olsen Express. Ahora habrá que decidir si las salidas procede hacerlas desde Santa Cruz –para los cargadores parece que es la mejor opción- o desde Los Cristianos.
Teníamos muy claro que se llegaría a un arreglo y que El Hierro no se iba a quedar sin transporte marítimo por parte de Naviera Armas. Lo que nos preocupa es la deuda millonaria que el Gobierno de Canarias mantiene con las compañías navieras, pues se irá incrementando progresivamente, a la vista de cómo están las cosas en las arcas públicas. ¿Cómo se va a resolver esa situación? He ahí el quid de la cuestión.
Las compañías navieras son empresas privadas y su músculo financiero tiene un límite. Han hecho inversiones millonarias para situar a Canarias en una posición envidable. Sin embargo, en los tiempos actuales pinta muy complicado el asunto en el sector, por lo que no tiene nada de extraño que veamos recortes en otras líneas en lo que se refiere al número de viajes semanales. Y hay que comprenderlo, aunque no nos guste. Es preferible saber que tenemos equis viajes seguros que no ciento volando, pues en ese caso no estará lejano el día en que nos llevaremos una sorpresa desagradable.
Foto: Tave Myliu
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