Ángel Rodríguez es un acreditado periodista que en los últimos cinco años ha sido la cara visible de ’Al primer toque’, el espacio nocturno de Onda Cero. Decisiones empresariales, que no siempre son compartidas por el grueso de la audiencia, llevan a este excelente comunicador a buscar nuevos proyectos, puesto que la radio de Planeta ha optado por no renovarle. La lucha por el EGM parece tener la culpa de esa decisión. Y es que Onda Cero, que tan excelentes resultados está obteniendo en ese Estudio General de Medios, quiere darle un giro a su parcela deportiva de las noches e intentar el asalto de la segunda plaza, esa que tiene casi en propiedad la cadena COPE, más aún desde el desembarco de los 50 de Gran Vía 32.
Reconozco que me gustaba el estilo de Ángel Rodríguez, con un periodismo comprometido, ofreciendo información clara y contrastada (no quiero decir ni que se pueda entender el resto no lo haga), pero con una perspectiva hasta cierto punto elegante. En esa vertiente, la forma de enfocar ciertas noticias por parte de este locutor me recordaba al estilo de Agustín Castellote, otro excelso periodista que estuvo eclipsado por José María García cuando éste aterrizó en COPE. El suyo, el de Castellote, era una manera de enfrentarse al micrófono que en nada se parecía al de García, sobre todo a la hora de ese exceso de epítetos que Supergarcía ponía a las cosas. Castellote era igual de duro que su jefe, pero sabía ser elegante en las formas, igual que el malogrado Juan Manuel Gozalo. Esto que aplico a Agustín Castellote, lo extrapolo al caso de Ángel Rodríguez.
Ahora a Rodríguez se le abrirán puertas (no demasiadas porque las principales cadenas tienen ya definidos a sus primeros espadas), pero no descartaría que, por ejemplo, Radio Nacional de España quisiese para su equipo a alguien tan acreditado como el ya ex conductor de ’Al primer toque’. Es sólo, insisto, una mera suposición, aunque evidentemente Rodríguez, salvo que por propia voluntad anhele disfrutar de un año sabático, ya debe estar manejando propuestas de radio o de televisión. Y es que un talento innato como el de este periodista no puede desaprovecharse así como así.
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