FIRMAS

San Telmo, patrón de los navegantes. Por José Manuel Ledesma

Quiero compartirlo en redes

Pedro González Tellez, nació en Fromista-Palencia en 1190 y murió en Tuy-Pontevedra en 1246. Se le conocía por San Telmo porque la gente de la mar le atribuyó el mismo patrocinio que en Italia tenía el patrono de los marinos San Erasmo de Formia.

Inculcado al sacerdocio por su tío y preceptor, don Tello Téllez de Meneses, cursó estudios científicos y humanidades en la primera Universidad de España –El Studium Generale de Palencia-

Para celebrar su nombramiento de Canónigo de la catedral de Palencia, se subió en un caballo lujosamente enjaezado y desfiló por toda la ciudad con gran pompa y cortejo. Las ovaciones recibidas lo ensordecieron de tal manera que, al picar espuelas, perdió el equilibrio y fue a dar de bruces en un barrizal, ante las risas y burlas de todo el pueblo. Agradeciendo a Dios la humillación sufrida, renunció a su cargo e ingresó como novicio en el convento de su ciudad.

Procesión de San Telmo en Puerto de La Cruz.

 

Inició su apostolado visitando todos lo pueblos de Castilla; al irse extendiendo su fama de Santidad, su nombre empezó a ser conocido y reverenciado hasta tal punto que doña Berenguela lo eligió confesor de su hijo Fernando III el Santo.

Conocedor de las penalidades de la gente de la mar, la dureza de su trabajo, los peligros de su labor diaria y la angustia en la que quedaban sus familias, consiguió subsidios del Rey para los pescadores, sentando de esta manera lo que hoy se conocen como las cofradías de pescadores.

Llamado a Portugal por su prima doña Mayor Alonso de Meneses, esposa de Ruiz Gómez, conde de Trastamara, se instaló en el hospital de Güimaraes, desde donde irradió su apostolado, pasando luego a Santiago de Compostela, Lugo y Tuy, donde sus predicaciones eran seguidas de extraordinarios prodigios.

De la relación de los milagros que se le atribuyen, avalados por 96 testigos, sólo citaremos los más llamativos:  Un marinero que se encontraba a punto de perder la vida, porque se había caído al mar a causa del ímpetu de los vientos, comenzó a implorar de todo corazón el auxilio de San Telmo; entonces, éste se le apareció y le dijo: “aquí estoy para liberarte del peligro”. Dicho esto le cogió de la mano y lo llevó hasta su barco que, para entonces, ya estaba muy distante.

San Telmo que se venera en Santa Cruz de La Palma.

 

En otra tempestad, cuando unos navegantes se encontraban en evidente peligro, invocaron a San Telmo con devotas promesas y, al instante se encontraron en total seguridad.

El domingo de Ramos de 1246, cuando estaba predicando en el convento de las monjas de Pexegueiro (Tuy), anunció su muerte a la multitud que le escuchaba y que, en cuanto terminara la misa, tomaría el camino de Santiago, donde deseaba recibir su hora postrera; sin embargo, no pudo llegar a Compostela porque en Santa Coloma la fiebre le impidió continuar y tuvo que regresar a Tuy, donde falleció y fue enterrado en su catedral. En el sepulcro, reconstruido en 1579, se lee: “Aquí reposa San Telmo, el Patrón de los Navegantes”.

Cuenta la tradición que, a poco de su muerte, de su sepulcro empezó a manar un aceite de maravillosa fragancia que fue medicina para muchas enfermedades.

Un marinero, Juan de Echanes de Castro, en ocasión de una furiosa tempestad en la mar, hizo promesa de visitar el sepulcro; estando ante él, oyó hablar del prodigio del aceite que fluía de los huesos del Santo y dijo: “que así como creía en otros milagros, éste se le hacía difícil creer”. No había acabado de expresar sus dudas cuando por todos los puntos de la sepultura empezó a brotar el aceite sagrado.

Ante todas estas evidencias, el Papa Inocencio IV lo beatificó el 15 de abril de 1254, siendo declarado Patrón de los navegantes y pescadores por Bula Pontificia de 1741.

Los marineros gallegos se encargaron de divulgar las virtudes del Santo y su devoción se extendió por todo el mundo; y así, llevan su nombre la Escuela de Mareantes de Sevilla, el Museo Marítimo de San Sebastián, la Escuela Superior de la Marina Mercante de la Universidad de Cantabria, el Parador de Turismo de Tuy, etc. En Sevilla existe el Palacio de San Telmo, diseñado por Leonardo de Figueroa, una de las obras más hermosas del barroco español.

San Telmo que se venera en Santa Cruz de Tenerife.

 

En la mayoría de los puertos de mar existe un barrio marinero con la parroquia dedicada en su honor; de ellos, el más representativo es el de Buenos Aires (Argentina), ciudad que nació y creció en torno suyo; además, en el escudo de la nación figura un velero y la fachada de la iglesia dedicada al Santo, monumento nacional en 1942.

En nuestra Comunidad, en su honor se han levantado ermitas en todas las Islas, menos en Fuerteventura y Lanzarote. La de San Sebastián de la Gomera fue destruida por los piratas hugonotes en 1571, aunque volvería a ser reconstruida en 1689. La del puerto de la Estaca (Hierro) fue edificada en 1689 pero, como en 1725 se encontraba en ruinas, el capitán José Magdalena financió su reconstrucción.

En la Palma, la ermita se levantó en 1574. Hoy la Imagen se encuentra en el Santuario de la Luz, sobre una peana que representa un galeón a todo trapo. La primitiva ermita de Las Palmas, edificada en el siglo XVI, fue incendiada en la invasión de Van Der Does, ocurrida en 1599. La actual, edificada en 1747, se encuentra en el antiguo muelle.

En la isla de Tenerife se le dio culto en los tres grandes Puertos de comercio exterior: Garachico, Puerto de la Cruz y Santa Cruz.
En Garachico, la primera ermita, realizada en 1579, fue destruida en la erupción del volcán Arenas Negras (1706) por lo que su imagen se trasladó a la ermita de Los Reyes.

En el Puerto de la Cruz, la iglesia formaba parte del convento dominico de San Telmo, levantado en 1608. En incendio, producido en 1778, desapareció la imagen; entonces, 14 Maestres del gremio de mareantes –capitanes de barco- le construyeron la ermita, que todavía perdura, y tomaron la obligación, ellos y sus descendientes, de sostener la fiesta con el 1,5% de sus ganancias.

Procesión de San Telmo en Santa Cruz de Tenerife.

 

En Santa Cruz de Tenerife, la ermita ya aparece dibujada en el plano de Torriani (1588), y sabemos que fue construida a expensas de la cofradía de pescadores y con las limosnas recibidas el día de su festividad litúrgica (14 de abril). Curiosamente, tiene la fachada de cara a la población y de espaldas al océano.

La imagen de San Telmo, de candelero, ataviada con el hábito de la orden dominica, porta una vela en la mano izquierda y un navío en la diestra.

La capilla mayor estuvo decorada con frescos relacionados con temas marineros: La tempestad, en los extremos del Evangelio, y navegación feliz, al lado de la Epístola.

 

 

Publicidad

Publicidad

Consejería Bienestar Social

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

La Gente del Medio

Publicidad

Página Web Corporativa

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Programa de radio

Objetivo La Luna (Programa Radio)

Publicidad

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

Compras

El Mundo que conocimos (Radio)

Donaccion (Programa de Televisión)

Sentir Canario Radio

Webserie Laguneros (Youtube)

Webserie Laguneros Emprendedores

Prensa Digital

Publicidad

Homenaje al Grupo XDC

Publicidad