Para no volver a caer en una burbuja inmobiliaria en el futuro creo que es importante identificar y discriminar sobre lo que se ha hecho bien y lo que no. Porque no todo se hizo mal en los años de bonanza económica.
Queremos tener una sociedad del futuro mejor, de ahí el título «the future society».
Como todos sabemos, el patrimonio cultural contemporáneo configura el paisaje urbano, incide de manera determinante en el hábitat, en la calidad de vida de los pueblos que lo han de disfrutar o “soportar” durante décadas o siglos y en la formación cultural de los ciudadanos.
Descubrir y difundir las nuevas obras acertadas del siglo XXI que está creando el ser humano, en este momento histórico (supongamos que abarca desde 1970 hasta nuestros días) que no siempre destruye el estado original del mundo sino que también crea e innova y mejora, a través de la arquitectura contemporánea de calidad, el lugar donde vive, y ahondar en las estrategias para ayudar a que lo bueno perdure, a que se valore lo que mejora el mundo en que vivimos, lo excelente de lo que se está haciendo en este momento histórico, e implicar a personas, entidades sociales, empresas, gobiernos, ayuntamientos etc. en la apuesta por la calidad y la excelencia es uno de los retos para que el futuro no tenga crisis como la actual.
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