Elblogoferoz.-Mirando por la ventana de nuestra redacción vimos con asombro a una persona tirando un artilugio que hace años no veía y tocando al tiempo el inconfundible arpegio del afilador. No es la primera vez que vemos a un afilador, si bien estos iban a lomos de una bicicleta o de una moto, pero nunca a pie y arrastrando por la calle el mecanismo. Hablamos con Santiago, nos dijo que es cubano y que la cosa está mal pero no se queja, máxime «cuando mira a su alrededor y ve a otros que están mucho peor».
Le sacamos la foto y unas imágenes de video, le dimos las gracias por darnos estas imágenes y él siguió su camino con su toque de silbato y al grito de ¡Afiladooooooooor!
suerte para santiaguito, el afilar, hacía falta esa autenticidad en una ciudad tan bonita como lo es La Laguna….
su padre (que en paz descanse), fue un buen amigo, lo recuerdo siempre..