Este Gobierno nos va a matar a disgustos. Después de prometer que no iba a tocar los impuestos, que no nos iba a subir el IVA, etcétera, etcétera, ahora la última ocurrencia que surge de su chistera (o habría que decir de la calva) es la de hacer que paguemos por utilizar las autovías. Sí, ya no sirve el manido mantra de que usted, querido pagano, estaba financiando esas vías (cochambrosas en algunos tramos, todo hay que decirlo) a través de los impuestos, no, no y rematadamente no. Usted, ciudadano de a pie y conductor habitual, estaba aprovechándose de la buena fe de los dirigentes que creían que usted ya había pagado esas autovías, pero resulta que no, que estaba usted sacando rédito de un vacío legal del que se acaba de percatar el cerebro clarividente Jaime García-Legaz, secretario de Estado de Comercio.
El señor Legaz se ha puesto a hacer cuentas y ha decidido que para que al Gobierno le cuadren los números (y de paso volver a echarle la culpa a la herencia recibida por enésima vez) hay que sacar perras de donde sea y ha dado con la fórmula mágica, con la poción de los druidas, hacernos pagar por circular por las autovías, pero además justificándolo de una manera falaz, que es que no se puede hacer repercutir el uso de esas vías en quienes no las utilizan porque, claro, habría entonces que subir el precio de los transportes públicos (le recuerdo que en Madrid nos han colgado un tarifazo de mil pares de narices) o colocar otro céntimo más al gasóleo. Por ideas, que no quede.
Lo que olvida el señor Legaz es que las autovías, como muchas otras infraestructuras y servicios se financian directamente de nuestros impuestos. Se nos insta a no defraudar, a ser honrados con el fisco porque si no fuese así nadie dispondría de autovías, de servicios sanitarios, de escuelas, de residencias, etcétera. Pero, ¡vaya por Dios! resulta que estábamos errados, que con nuestros impuestos no se financian las autovías, nada de eso. Estaban ahí puestas de gratis, porque a un alma caritativa le dio por hacerlas en una noche de verano.
A mí me da la sensación de que el señor Legaz quiere tomarle el pelo a todos los españoles españoles. Visto el atraco continuo que supone tener en este país un coche, más de uno se plantea donar su vehículo a los países del Este. Siempre habrá acólitos que defiendan la postura y que se pueden dividir en dos grupos, o son del propio gabinete o son abducidos que no se dan cuenta de que les quieren hacer pagar dos veces por lo mismo.
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