Aunque un poco tarde y a deshora, ¡acabó viniendo el lobo!
Y lo hizo, tal y como habíamos predicho, camuflado entre capirotes de Semana Santa. Una pena sobre otra, que no se nota. Atraído por una extraña fuerza inexplicable que hace inútil cualquier intento de prudencia, al portavoz – que para eso está-, le perdieron sus palabras y ofició de adivino; y nos hizo saber su resignación ante la tormenta de recursos contenciosos que se avecina. En abril aguas mil, ya se sabe.
Contrariando a medias al corifeo del estropicio, la tormenta traerá agua, y también granizo, no sólo en lo contencioso se batirá el duelo, porque como hemos anticipado, hay material para ir de cabeza a la Fiscalía. Ya veremos. Mañana será otro día, quedan en el aire muchas preguntas que responder. Quién las haga y dónde, esa es la cuestión, porque quiénes han de responder ya es conocido.
El resultado gráfico del oprobio, en el gráfico que acompaña a esta entrada. Otra vez una imagen vale más que mil palabras. Sólo cuatro empresarios se han hecho con 95 licencias, algo más del sesenta y dos por ciento del total. Las migajas para el resto.
Pdf con la distribución de licencias:
Según comento Gonzalo Castañeda (esRadio Tenerife) en antena, hoy había una reunión de los afectados para intentar organizarse y poder actuar juntos.
A ver si nos pueden tener puntualmente informados.
Gracias.