Elblogoferoz.- Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas que manipulaban fraudulentamente los equipos de medida para reducir la factura de la luz hasta en un 90%. Uno de ellos se encargaba de buscar posibles interesados y el otro empleaba sus conocimientos profesionales para alterar la instalación, por lo que cobraban entre 300 y 1.000 euros. Han sido imputadas otras 19 personas en distintas poblaciones del Vallès Occidental y de Tarragona como presuntos beneficiarios del fraude.
Esta modalidad delictiva, conocida como «la magia de la luz» o «la trampa de la luz», se basa en la manipulación indebida de los medidores instalados por la compañía distribuidora, de tal manera que una parte de la energía consumida no pueda ser registrada y pasando a pagar hasta un 90% menos en la correspondiente factura.
El objetivo era defraudar a la compañía distribuidora. La investigación, iniciada a partir de la detección de varios fraudes en la primavera del pasado año, ha permitido identificar y detener a sus dos máximos responsables. El primero, electricista de profesión, utilizaba sus conocimientos técnicos para llevar a cabo las manipulaciones. El segundo hacía funciones comerciales de captación de potenciales «clientes», siempre de forma verbal o mediante contactos personales y con la ayuda, mediante comisión, de otros dos varones asimismo imputados.
Consejos para no llamar la atención. Los detenidos cobraban entre 300 y 1.000 euros por la citada manipulación, en función del tipo de inmueble y de la potencia legalmente contratada. Paralelamente tenían muy en cuenta el consumo real para no excederse con el fraude y llamar la atención de la distribuidora, dando los consejos oportunos y precauciones que debían tomar los «clientes» por su parte.
En colaboración con personal de Endesa Distribución Eléctrica S.L., se han constatado técnicamente 19 manipulaciones ilícitas en domicilios particulares y establecimientos públicos de diferentes ramos en poblaciones del Vallès Occidental y Sant Jaume d’Enveja (Tarragona).
La investigación ha sido desarrollada por agentes de la Comisaría de Sabadell (Barcelona).
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