Manuel E. Díaz Noda
INTRODUCCIÓN
El pasado domingo 19 de febrero se entregaron los esperados Premios Goya que otorga la Academia del cine español, donde, como era de esperar, pudimos asistir a un duelo al sol entre “No Habrá Paz para los Malvados” de Enrique Urbizu y “La Piel que Habito” de Pedro Almodóvar, pero donde además, contra pronóstico, cintas como “Blackthorn. Sin Destino” o “Eva” también obtuvieron una importante representación. Como siempre suele suceder con este evento, esa noche no todo fue cine, y si bien los realizadores consiguieron contener cualquier polémica que pudiera surgir, en algunos momentos la tensión se podía cortar con un cuchillo y algunos artistas no desaprovecharon la oportunidad para hacer valer su proclama política. Otro tema que no pudo faltar fue la crisis económica, pero en general fue tratada con discreción y sentido del humor, y es que, al fin y al cabo, la gala fue también noche de estrenos. Era la puesta de largo de Enrique González Macho como Presidente de la Academia y de José Ignacio Wert como Ministro de Cultura.
PRELUDIO
Como siempre, los momentos previos al inicio de la gala acaparan mucha atención (a veces incluso más que los propios premios) con la llegada de los artistas a la Alfombra Roja. Hay que decir que cada año este es un apartado que va mejorando y que el nivel de glamour exhibido en esta edición fue realmente notable. Ellas absolutamente imponentes, mientras que ellos no se quedaban atrás en elegancia, aunque ajustados a un mayor clasicismo en sus trajes y esmóquines. Triunfaron los tonos claros (blanco, champán, nude), rojos y negros en los vestidos, ceñidos pero de faldas ampulosas o con generosa abertura. Predominaron las lentejuelas y la pedrería, aunque se prefirió una mayor austeridad en lo referente a complementos. Destacaron Elena Anaya, con un vestido de Lanvin de estilo griego (Heleno, al fin y al cabo) muy del gusto de la actriz, y su principal competidora por el Goya de Mejor Actriz Principal, Verónica Echegui, con un sencillo pero espectacular diseño de Gucci con escote palabra de honor y cinturón joya. Otras tres nominadas, Goya Toledo, Blanca Suárez y Michelle Jenner (esta dos últimas candidatas por el Goya a Mejor Actriz Revelación), sedujeron con vestidos color champán, de Elie Saab, Blumarine y Zuhair Murad, respectivamente. Mientras que la vicepresidenta de la Academia, Marta Etura, volvió a dejar constancia de su elegancia con su vestido de Gucci, de color nude. Las dos hermanas de “La Voz Dormida”, María León e Inma Cuesta deslumbraron con los tonos oscuros. La primera con un sencillo pero elegante diseño de Lanvin drapeado en azul noche, mientras que la segunda optó por un espectacular trabajo de Juanjo Oliva, con un pronunciado escote en V y encaje. De las “mujeres de rojo” hay que resaltar a una elegante Melanie Griffith, con vestido en color burdeos sangre cuajado de rosas en relieve en la falda y con cuello corola. Este vestido fue la comidilla de la noche, no sólo por su espectacularidad, sino también por la reticencia de la actriz a desvelar su diseñador, comentando simplemente que lo había comprado en una boutique de Beverly Hills. Espectacular resultaron también Belén Rueda, con un diseño de Pedro del Hierro, de escote barco que le realzaba el busto y manga larga, Leonor Watling, con un sensual aunque recatado vestido de Miriam Ocáriz, y Salma Hayek, quien lucía escote con un vestido de Gucci, color berenjena. Otras actrices que no pasaron desapercibidas en la alfombra roja fueron una recuperada Silvia Abascal (con un vestido rasgado rosa salmón), Toni Acosta, (con un diseño de lentejuelas y escotado a la espalda obra de Dolores Promesas), María Valverde (con un Dior vintage en color maquillaje y joyas Bulgari), o Manuela Velasco (con un Carolina Herrera de gasa estampada en color champagne decorado con pedrería). En el apartado masculino, los principales comentarios recayeron sobre los dos favoritos al Goya a Mejor Actor Principal, Antonio Banderas y Jose Coronado, ambos vestidos de esmoquin, aunque el primero, vestido de Armani, optó por innovar con una pajarita blanca, mientras que el segundo se mantuvo con un corte clásico, diseño de Armand Bassi. Por su parte, el tercero en discordia, Luis Tosar, prefirió prescindir de la pajarita y eligió una corbata bicolor. Pedro Almodóvar se mantuvo fiel a Gucci, con traje y camisa negros y sin corbata, parapetado tras unas gafas de sol que le protegían del resplandor de los focos. También de negro riguroso (aunque ellos sí optaron por la corbata) llegaron otros directores de la noche, Enrique Urbizu y Alex de la Iglesia.
La gala arrancó con un número cómico-musical, en el que la maestra de ceremonias de este año, Eva Hache, se codeaba con algunas de las estrellas del actual cine español en el escenario. Esta querencia por canciones paródicas se reproduciría más tarde con el rap liderado por El Langui, al que acompañaron, entre otros, Juan Diego, Antonio Resines o Tito Valverde. En ambos casos la referencia estaba clara, el espléndido número musical con el que nos habían deleitado el año anterior a cargo de actores como Luis Tosar o Paco León, que había sido uno de los momentos más aplaudidos de la ceremonia anterior. Las dos propuestas de este año, por el contrario, resultaron bastante irregulares, aunque no carentes de algún momento de humor sorprendente (como ver a un actor del calibre de Juan Diego rapeando).
En estos tiempos de la inmediatez de las redes sociales, Twitter se convirtió en un medidor inmediato de la aceptación que estaba teniendo la gala, algo sobre lo que hizo alusión Eva Hache y que sirvió de excusa para otro sketch humorístico. Chistes aparte, lo cierto es que esta red social se convirtió en una herramienta indispensable para poder seguir la gala y sus bambalinas pasando de ser un complemento a la realización que estaba llevando a cabo Televisión Española a convertirse en el principal flujo de interés y comentarios. Por su parte, el ente público hizo un año más un esforzado trabajo para hacer dinámica una gala que duró tres horas, sin embargo, algunos deslices (enfocar al actor equivocado en la categoría de Mejor Actor revelación) y comentarios desafortunados (“No Habrá Paz para los Malvados” era también nuestra favorita, pero ¿incontestable su premio a Guion Original?, ¿Enrique Urbizu nuestro Sam Peckinpah?) empañaron el conjunto.
Prácticamente por unanimidad se ha escogido el monólogo de Santiago Segura como el mejor momento de la noche. El showman salió al escenario, como cada año, para revalidar su posición de voz ácida y sarcástica de la Academia. En plena sintonía con el estilo destroyer de Ricky Gervais, no dejó títere con cabeza. No sólo les echó en cara a los académicos que no hubiesen nominado su película “Torrente 4” (la cinta más taquillera en España en 2011 y la gran responsable del aumento de la cuota de espectadores del cine español ese año), sino que además se rio de la enésima revisión de la guerra civil en “La Voz Dormida”, la tradición dormida del western en nuestro país y recuperada fugazmente con “Blackthorn. Sin Destino”, le éxito de Antonio Banderas en Hollywood, las pataletas de Pedro Almodóvar cuando la Academia no le premia o los parecidos entre el personaje de José Coronado, Santos Trinidad, y José Luis Torrente. Eso sí, Segura clava su puñal ponzoñoso con humor, evitando ofender al respetable, y no duda en meterse él en el mismo saco. Tras esta excelente acogida hay quien ya ha solicitado que se encargue él de conducir la próxima gala, aunque en nuestra opinión, quizás lo mejor sea seguir manteniendo las pequeñas dosis, para que el resultado siga siendo tan notable.
En general esta vigesimosexta ceremonia de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España nos ha parecido una parecido un buen ejemplo de las luces y las sombras que amenazan e impulsan al cine nacional, de las diferentes perspectivas artísticas que lo nutren y de una búsqueda por ofrecer un cine de calidad y al mismo tiempo abierto a un público general. Seguimos dependiendo de un concepto de industria retrógrado y agonizante que parece haber recuperado fuerza con la llegada de la nueva directiva, y mientras esto siga a sí, el cine español seguirá en crisis, pero al menos algunos de los premios entregados nos dan también muestra de una mentalidad cambiante que poco a poco está abriendo nuevos horizontes para nuestra cinematografía. Esperemos que los primeros no anulen a los segundos y que esta esperada revolución se produzca antes de que todo se vuelva tierra yerma.
RELACIÓN DE PREMIOS POR ORDEN DE ENTREGA
1. Mejor Actor de Reparto: Lluís Homar, por “Eva”
2. Mejor Cortometraje de Ficción: “El Barco Pirata”, de Fernando Trullols
3. Mejor Cortometraje Documental: “Regreso a Viridiana”, de Pedro González Bermúdez
4. Mejor Cortometraje de Animación: “Birdboy”, de Pedro Rivero y Alberto Vázquez
5. Mejor Maquillaje y Peluquería: Karmele Soler, David Martí y Manolo Carretero, por “La Piel que Habito”
6. Mejores Efectos Especiales: Arturo Balseiro y Lluís Castells, por “Eva”
7. Mejor Montaje: Pablo Blanco, por “No Habrá Paz para los Malvados”
8. Mejor Actriz Revelación: María León, por “La Voz Dormida”
9. Mejor Canción: ‘Nana de la Hierbabuena’, “La Voz Dormida”
10. Mejor Banda Sonora: Alberto Iglesias, por “La Piel que Habito”
11. Mejor Sonido: Licio Marcos de Oliveira y Ignacio Royo-Villanova, por “No Habrá Paz para los Malvados”
12. Mejor Actriz de Reparto: Ana Wagener, por “La Voz Dormida”
13. Mejor Dirección de Producción: Andrés Santana, por “Blackthorn. Sin Destino”
14. Mejor Guion Original: Enrique Urbizu y Michael Gaztambide, por “No Habrá Paz para los Malvados”
15. Mejor Guión Adaptado: Ángel de la Cruz, Ignacio Ferreras, Paco Roca y Rosanna Cecchini, por “Arrugas”
16. Mejor Dirección Novel: Kike Maíllo, por “Eva”
17. Mejor Fotografía: Juan Antonio Ruiz Anchía, por “Blackthorn. Sin Destino”
18. Mejor Actriz: Elena Anaya, por “La Piel que Habito”
19. Mejor Actor Revelación: Jan Cornet, por “La Piel que Habito”
20. Mejor Película de Animación: “Arrugas”, de Ignacio Ferreras
21. Mejor Dirección Artística: José Pedro de Gaspar, por “Blackthorn. Sin Destino”
22. Mejor Diseño de Vestuario: Clara Bilbao, por “Blackthorn. Sin Destino”
23. Mejor Documental: “Escuchando al Juez Garzón”, de Isabel Coixet
24. Mejor Película Extranjera de Habla Hispana: “Un Cuento Chino”, de Sebastian Borensztein (Argentina)
25. Mejor Película Europea: “The Artist”, de Michel Hazanavicius (Francia)
26. Mejor Actor: José Coronado, por “No Habrá Paz para los Malvados”
27. Mejor Director: Enrique Urbizu, por “No Habrá Paz para los Malvados”
28. Mejor Película: “No Habrá Paz para los Malvados”
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