SINC.- Dos investigadores han seguido los cambios emocionales de usuarios de la red de microblogging a lo largo del día. Los autores del estudio creen que en el futuro la sociología tradicional dejará paso a los análisis de datos recogidos de Internet.
Una investigación ha conseguido, utilizando como fuente los mensajes de la red social Twitter, identificar cómo varía el estado de ánimo de las personas a lo largo del día. También se observaron los cambios en los niveles de afectividad que sufrían los usuarios de Twitter.
La gente acostumbra a despertarse de buen humor, predispuesta a ser afectivamente positiva, pero los efectos emocionales negativos van aumentando a lo largo del día
El estudio ha sido realizado por Scott A. Golder y Michael Macy, investigadores del departamento de sociología de la Universidad de Cornell, Nueva York (EE UU) y Science lo recoge en su último número.
El trabajo comprobó que la gente acostumbra a despertarse de buen humor, predispuesta a ser afectivamente positiva (lo que los investigadores definen con características como el entusiasmo, el placer y la viveza), pero que los efectos emocionales negativos (angustia, miedo, ira, culpa o disgusto) van aumentando a lo largo del día. Los positivos descienden en la parte central de la jornada y se vuelven a recuperar por la noche.
El estudio aprecia que las tensiones que se generan los días laborables no están presentes al final de la semana. También consideran que las personas son capaces de recuperar niveles altos de afectividad positiva tras descansar por la noche.
Observando estas mismas tendencias en personas de todo el mundo durante los siete días de la semana, los expertos sugieren que existen procesos biológicos que marcan el ritmo de los estados de ánimo.
Además, creen que utilizando los datos de las redes sociales se puede tener acceso al comportamiento cotidiano a gran escala. “La gente está utilizando sitios como Twitter, Facebook, LinkedIn, eBay y Wikipedia en sus conductas sociales habituales. Ahora esto es la socialización”, opina Macy.
“Los sociólogos y otros científicos, durante décadas, han encontrado muchas dificultades para observar algunas de las cosas que han querido estudiar” explica Golder. A través de Internet, “esa dificultad desaparecería ya que los datos son discretamente observables” aclara el autor.
Golder opina que en el futuro, los conocimientos en programación para recoger, almacenar y procesar datos serán “cada vez más esenciales para los estudiantes de ciencias sociales e investigadores ya que Internet ofrecerá la oportunidad de hacer ‘ciencia social on line”.
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