Una y hasta el año que viene. Si te vi no me acuerdo. Los comerciantes y restauradores de Santa Cruz… tranvía, guaguas y taxis, deben estar contentos. De cero a tres hay un tramo enorme cuando lo que se vende un sábado cualquiera -o sea nada en los dos últimos años-, se convierte en algo, aunque sea poco. La mal anunciada jornada de saldos de Santa Cruz de Tenerife no es más que pan para hoy y hambre para mañana. Es decirle a la gente: “Venga usted el sábado que vale la pena y no vuelva hasta el 2012 que repetimos”. Esa práctica promocional de ventas es nula. Porque no ofrece encadenamiento en el subconsciente de los compradores y visitantes noveleros, y la publicidad realizada no alcanza el nivel de conocimiento que se pretende entre la población local.
La Sociedad de Desarrollo en sí misma ha tenido más jefes que entrenadores el Tenerife. Ya eso imposibilita que cualquier gestión llevada a cabo ofrezca continuidad. Los distintos jefes no han llegado solos sino acompañados de nuevos gerentes, asesores de comunicación, secretarias… Así que cualquier campaña o idea que rescaten, porque aparentemente funciona, sufre los avatares de los retoques y apetencias personales de los nuevos políticos: Atienza, Llanos, Guimerá y, ahora, Pérez.
Esta última convocatoria, la de `Julius I, Virrey Municipal´, ha servido para una autopromoción personal del sujeto. Se ha sentado, él solito, ante un auditorio casi lleno de empresarios para tocarles el bombo, el auto-bombo. Ha sido entrevistado a cuenta de Sal2, él solito, en varios medios de comunicación en los que acaba hablando de la Refinería o del Mamotreto. Los medios han recibido docenas de notas informativas en las que el personaje habla y habla, siempre en primera persona y como logro personal, de la convocatoria. Es decir, se utiliza una acción municipal que debería ser impersonal en una campaña de imagen de quien ni siquiera representa alguna de las fuerzas políticas más votadas en la capital. Incluso dudo que represente al grupo del que forma parte.
La feria de los saldos de Santa Cruz no es una mala idea y podría ser mucho más provechosa para el comercio convirtiéndola en una campaña que tenga continuidad. La incorporación de animación y guías comerciales está inventada hace años, pero es flor de un día si solamente se lleva a cabo una jornada. La ciudad necesita no sólo de buenas tiendas y buenos comerciantes sino del impulso municipal suficiente para convertir sus calles atractivas, divertidas y en las que apetezca pasear y participar.
Lo primero que deberían aprender es que los medios llamados locales existen y se han mantenido gracias precisamente a que tratan, anuncian y se dirigen al ámbito local en el que se ubican. ¿Para qué insertar un spot de Sal2 en Tele 5, incluso en la televisión autonómica? ¿Es que pretenden animar a los palmeros o majoreros a venir un sábado a la capital de Tenerife? ¿Por qué marginan a los medios que sí están pegados, incrustados, en el área metropolitana? ¿Cuánta gente desconoce aún, de Santa Cruz-La Laguna y de toda la isla, porque sus fuentes de información son primordialmente los medios locales, que el sábado se ofreció un día de super-rebajas? El éxito que a posteriori se encargan de vender los comunicadores con sueldo municipal, tiene varias lecturas y sólo una en los medios que siguen la corriente del poder chicharrero. En `vender la moto´ fue un experto un tal Ángel, que era capaz de `meter´ cien mil personas en la Plaza de la Candelaria para justificar el gasto de 300.000 euros en “deejays”.
Claro que Sal2 es un gran día para comerciantes que venden habitualmente una mañana de sábado no más de 200 euros y suben la caja a casi mil. Por supuesto que el dueño de una cafetería que logra vender 30 bocatas y 70 cortados un sábado normal, está medianamente contento porque se le acabó un segundo saco de `pulguitas´ y tuvo que subir dos veces al altillo para bajar cuatro bolsas de café. Cómo no va a ser vendible esa ligera alegría. Pero no se trata de contentar un día. El trabajo y los esfuerzos deberían centrarse en lograr, poco a poco, que las ventas suban progresivamente todo el año, aunque sólo sea un pequeño tanto por ciento diario. Siempre será mejor que agotarse una fecha y dormir las 364 restantes.
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