Elblogoferoz / Consumer.- La matrícula del primer curso de una misma carrera universitaria en España puede costar casi hasta treinta veces más según la universidad en que se realice. Así sucede, con el grado de Administración y Dirección de Empresas que se imparte en la Universidad de La Laguna de Tenerife. Representa para el alumno un desembolso de apenas 566 euros, mientras que por un curso de esa misma titulación la IE University exige el pago de 18.000 euros. Con el primer curso del grado de Arquitectura las diferencias son también notables. En las Universidades públicas andaluzas donde se imparte (con una cantidad tipo de créditos -60- y un coste de 30 euros por gastos de matriculación) el precio estimado es de 776 euros, cantidad que se dispara hasta los 18.000 euros en la IE Universidad de Segovia por el primer año de esa misma carrera.
Las disparidades son también significativas en otros estudios: en la carrera de Odontología, el precio por el curso más económico es de nuevo 776 euros (las universidades públicas andaluzas donde se imparte) y el más oneroso, los más de 15.600 euros de la Universidad Europea de Madrid. Si la comparación se traslada a grados menos técnicos o experimentales, la horquilla de precios sigue siendo muy amplia.
Guía Práctica de Universidades. La enorme diferencia en el coste que representa cursar una carrera según la universidad que se elija es una de las constataciones del informe realizado por Eroski Consumer para la actualización de su Guía Práctica de Universidades, que se ofrece en Internet. De acceso libre y gratuito, esta guía interactiva, de gran utilidad para quienes dudan en la elección de una carrera y en qué universidad realizarla, puede ser consultada en www.universidades.consumer.es y muestra toda la información de interés sobre las 3.002 titulaciones de grado que pueden cursarse (precio de la matrícula, nota de corte, número de plazas, equipamiento de ordenadores, dotación de profesores…), sobre los 2.564 másteres oficiales y sobre los centros en los que se imparten, además de las más relevantes características de las 76 universidades de nuestro país.
Casi el 87% de los alumnos se matricularon en 2010 en las universidades públicas, que acaparan también la labor investigadora
Ampliación académica. Son muchos los estudiantes que deciden ampliar su formación una vez acabada la carrera universitaria. Así durante uno o dos años pueden cursar uno de los 2.564 másteres oficiales en estas 76 universidades (aparte de los másteres propios) y que de media suponen un desembolso de más de 1.750 euros por la primera matrícula (en las universidades públicas). Estos másteres pueden tener una orientación profesional, o bien una orientación de investigación que se desarrolla después con el doctorado o bien una combinación de ambas.
Por comunidades, Cataluña, Madrid y Andalucía -las autonomías más pobladas y con más oferta académica- cuentan con las universidades con mayor oferta de másteres oficiales. Las dos primeras superan los 500 títulos cada una y los 350 en las universidades andaluzas. Por el contrario, no llegan a los 20 másteres oficiales en Castilla La Mancha (Universidad de Castilla La Mancha) y en La Rioja (Universidad de La Rioja y Universidad Internacional de La Rioja). Es una práctica habitual que los másteres oficiales se impartan gracias a la colaboración entre varias universidades. Eroski Consumer solo ha contabilizado e incluido aquellos másteres que cada una de ellas se encarga de coordinar.
Predominio público. El estudio constata un año más que el sistema universitario español es eminentemente público. Lo son dos tercios de las universidades -solo 26 pertenecen a organizaciones privadas, la mayoría vinculadas a la Iglesia Católica-, que acaparan la gran mayoría de recursos humanos y técnicos. De los 1.714.424 alumnos inscritos en 2010 en estudios de primer y segundo ciclo (diplomaturas y licenciaturas) y de grado en nuestras 76 universidades (51.601 estudiantes más respecto al curso anterior), casi el 87% cursaron sus estudios en centros públicos, mientras que solo 220.680 se matricularon en universidades privadas. Las proporciones son similares en el profesorado: 109.956 de los 129.872 docentes del sistema universitario imparten clase e investigan en centros públicos.
El indicador de alumnos por profesor cobra especial relevancia ante el sistema educativo que promueve la Declaración de Bolonia, en el que se aboga por una relación más personalizada entre docente y estudiante. La media de las universidades españolas es de 12,4 alumnos por profesor (12,8 en el 2009), y las diferencias entre públicas y privadas no son importantes: 11,8 estudiantes por docente en las privadas y 12,6 en las públicas. Los mejores datos están en Aragón (5,9 alumnos por profesor) y País Vasco (7,7). En el lado opuesto, Baleares (18,7), Madrid (14,8) y Canarias que, de media, tiene 13,9 alumnos por cada profesor.
La implantación y la extensión de las nuevas tecnologías es otro acuciante reto del sistema universitario ante el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Uno de sus principales indicadores es el número de alumnos por ordenador personal, aunque cobra cada vez mayor relevancia la dotación de aulas y espacios wifi donde los alumnos puedan utilizar sus propios ordenadores. Según marca la UE, la disponibilidad de un ordenador por cada 15 alumnos es la mínima aconsejable. De las 76 universidades españolas, algo más de medio centenar registra un índice igual o mejor que 15 alumnos por ordenador. Aproximadamente una decena no cumplen las recomendaciones europeas; de este número, nueve universidades tienen una ratio de más de 20 alumnos por ordenador: la Universidad de Salamanca, la Universitat de València y la Universidad de Alcalá (las tres con 20), la Universidad Autónoma de Madrid (con 23), la Universidad de Santiago de Compostela (24), Complutense de Madrid (26), la Universidad de Jaén (27), la Autónoma de Barcelona (33) y la Universidad de León (49). Hay que tener en cuenta que 13 centros no facilitaron esta información.
Uno de los mayores problemas que arrastra nuestro sistema universitario es la carencia de Personal de Administración y Servicios (PAS), estamento clave que incluye servicios administrativos, gestión, mantenimiento de bibliotecas o de laboratorios, y otras funciones. El número de personas (57.774) que trabajan en estos cometidos en las 76 universidades es, a todas luces, insuficiente, y la ratio de PAS por cada profesor (0,45) así lo atestigua: apenas hay un PAS por cada dos docentes. En este aspecto, la universidad pública se encuentra en una situación menos precaria que la privada. La media de la pública es de 0,48 PAS por profesor, mientras que en la privada es de 0,41. Por comunidades, la mejor dotada es Navarra (0,91 PAS/profesor). En el otro extremo, se halla Cataluña y Aragón (con aproximadamente 0,4).
Por otra parte, la investigación y la creación de conocimiento son señas de identidad esenciales de la Universidad. En el caso español, el peso de la investigación, que precisa de fuertes inversiones y de suficiente dotación de medios humanos y técnicos cualificados, recae en el sistema público. De los 3.006 programas de doctorado (enseñanzas de tercer ciclo que conducen a la formación de investigadores), el 93% se encuentra distribuido entre las universidades públicas.
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