Elblogoferoz / Consumer.- La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha publicado un informe sobre las prácticas laborales de las empresas europeas en el que fundamenta que la «excesiva rigidez» de la legislación laboral española obliga a las empresas a despedir en tiempos de crisis. Según la patronal, la normativa no les permite la adopción de medidas de flexibilidad interna, es decir, la modificación de condiciones laborales, por lo que en tiempos de dificultades el único recurso que poseen es el despido de trabajadores y la no renovación de los contratos temporales.
La CEOE ha explicado que la flexibilidad interna es una herramienta que permite a las empresas ajustarse a los cambios que provoca la economía mediante el reparto de las horas de trabajo entre los empleados o a través de la reorganización de los recursos humanos de la compañía. En su opinión, el impulso de esta flexibilidad interna elevaría la productividad y contribuiría a minimizar el coste social de la crisis económica.
La patronal basa esta información en los datos extraídos de una encuesta europea sobre condiciones europeas realizada por Eurofound en el primer semestre de 2010. En ella se explica que casi un tercio de los trabajadores de la eurozona se vieron implicados durante los tres últimos años en una reestructuración o reorganización importante en su centro de trabajo.
Según este estudio, España es uno de los países donde menos se puso en práctica la flexibilidad interna durante los años del comienzo de la crisis económica. Sin embargo, en países como Finlandia, Suecia o Dinamarca esta herramienta se aplicó en casi el 50% de las empresas. La encuesta refleja que los países del arco mediterráneo son los que menos han usado esta herramienta. Italia está en cola con tasas cercanas al 24%, seguida de España y Grecia, con el 25%. El uso de la flexibilidad interna en el caso de Portugal fue ligeramente superior, aunque solo alcanzó el 30%.
La CEOE señala que la crisis del sector inmobiliario ha forzado una reducción drástica de personal que no ha dejado margen en muchos casos para la flexibilidad interna. Pero la organización no cree que este sea el principal obstáculo a la aplicación de estas medidas en España, puesto que algún país como Irlanda también ha sufrido las consecuencias de la burbuja inmobiliaria y su tasa de reordenación laboral es cercana al 40%.
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