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La Directiva de la ministra de Defensa establece un modelo integrador de las medidas desarrolladas hasta la fecha y los nuevos requerimientos en el ámbito de la seguridad y la defensa contemplados en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2023, así como en el marco de la Brújula Estratégica de la Unión Europea, cuya presidencia del Consejo ostentará España en el segundo semestre de 2023.
A la luz de las directrices contempladas en la Directiva de Defensa Nacional y la Directiva de Política de Defensa 2020, la nueva Directiva sobre Cambio Climático aboga por la integración de capacidades y esfuerzos militares y civiles para paliar las consecuencias de este fenómeno transversal, cuyo impacto se deja sentir no solo en la seguridad y bienestar de la ciudadanía, sino también en las misiones de paz y estabilidad donde despliegan nuestras Fuerzas Armadas, especialmente en lugares asolados por catástrofes o emergencias humanitarias complejas.
Igualmente, contempla nuevas medidas de actuación en dos campos principales: el de la mitigación, para controlar la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, la reducción de emisiones y la absorción de los ya emitidos; y las de adaptación, para mejorar la resiliencia de nuestras Fuerzas Armadas ante este desafío sin que afecte al cumplimento de sus misiones y compromisos operativos nacionales e internacionales.
Para desarrollar estas acciones, se intensificarán las sinergias entre distintos órganos y autoridades del Ministerio de Defensa en el ámbito de sus respectivas competencias mediante la creación de un Grupo de Trabajo, que estará presidido por la persona titular de la Secretaría General de Política de Defensa. Asimismo, se fomentará la cooperación con Naciones Unidas, la UE y la OTAN para aportar desde España nuestra visión responsable y decidida en la lucha contra el cambio climático, contribuyendo a alcanzar sus objetivos en este campo en la medida de nuestras posibilidades y recursos.
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