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Michele Alonso lo consiguió de nuevo, y se ha alzado con su tercera medalla olímpica. En los Juegos paralímpicos, la canaria no solo logra la victoria en los 100 metros braza, sino que ha pulverizado su propio récord del mundo.
La canaria ya había logrado un Oro en 100 braza en Londres 2012 y también el oro en 100 braza en Río 2016 y este domingo le faltaba el metal que le esperaba en Tokio 2020.
Alonso fue la abanderada de la delegación española, junto al deportista español Ricardo Ten.
Su nuevo récor lo ha fijado en 1:12.02, poniendo más distancia de por medio con su eterna rival Louise Fiddes y Beatriz Borges, que quedó dos milésimas por delante de su hermana Deborah.
La «Sirenita», como es conocida en su «mundo acuático», ha logrado este nuevo hito en una ciudad que le apasiona y en un país del que siempre ha dicho que incluso le gustaría vivir por un tiempo, lo que para ella representa una doble alegría: estar en unos juegos en Tokio y agrandar aún más su leyenda en su prueba estrella.
Este nuevo sueño de Alonso lo ha logrado con su inseparable José Luis Guadalupe, entrenador que le ha ayudado tanto a nivel técnico como psicológico, tejiendo un tándem por ahora imbatible.
Con apenas 18 años, la tinerfeña Michelle Alonso debutó en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 con una medalla de oro en la prueba de 100 metros braza. Cuatro años después, en Río de Janeiro, revalidó el título de campeona tras batir varias veces en esa temporada el récord del mundo de la distancia.
Alonso, con discapacidad intelectual, formó hace unos años su propio club, el Midayu, en el que también compite Teresa Perales así como otros miembros de la selección nacional.
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