FIRMAS Joaquín 'Quino' Hernández

OPINIÓN | El bar de Pepe | La Apocalipsis según Ana Botín | Joaquín Hernández

Ana Botín
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Las palabras de la presidenta del grupo Banco  Santander, Doña Ana Botín, junto con las del presidente del BBVA, y sus colegas de Mercadona, Inditex, Confederación de Empresarios y un largo etcéteras de la fauna empresarial española han provocado el terror en los de siempre; las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, o sea el 80% del tejido productivo español.

Que la Sra. Botín (que según la revista Forbes, figura entre las 100 fortunas con más pasta gansa en España) nos diga: “Esta es la peor crisis económica en la historia de este país desde la guerra civil de 1.936”  es demoledor, pero que al mismo tiempo Carlos Torres Villa presidente del BBVA coincida en la   opinión de su colega, y a su vez lo empeore Juan Roig presidente del grupo Mercadona tiene su intríngulis, su intriga.

Claro y menos mal que José Ignacio Goirigolzarri el máximo de Bankia, desmentía a sus colegas banqueros y declaraba: “Esta crisis ni por asomo es igual a la crisis financiera del 2008, está vez el problema no es el dinero y nos ha cogido a las entidades financieras y a las empresas con fuerza y liquidez suficiente para aguantar el tirón”, lo único es aclarar que esas manifestaciones las hizo hace mes y medio, en pleno confinamiento.

Por otro lado, los gurús de la materia, los expertos en macro economía, los economistas de renombrado prestigio, periodistas impuestos en el tema de las “epidemias económicas”, nos advierten que el problema es un problema global, mundial y que afecta a todos los países del mundo mundial. Que no sólo España se vera afectada por la paralización de su producción durante 3 ó 4 meses y por el brutal esfuerzo económico realizado a consecuencia de la pandemia del covid-19, todos los países de la Unión Europa verán mermado su producto interior bruto y su deuda exterior alcanzará niveles jamás pensado.

Efectivamente, el quid de la cuestión en plan de andar por casa, es el siguiente: Hemos paralizado nuestra industria y comercio y solo ha funcionado el sector primario. El Estado, nosotros, todos nosotros, hemos dejado de producir y sin embargo el gasto se ha multiplicado por 100.

Estamos viviendo en una burbuja, un enorme globo hinchado de deuda pública, vivimos de prestamos que a  medio plazo tendremos que empezar a pagar. Inevitable es el endeudamiento, sobre todo cuando se hace para salvar vidas humanas. Si, todo es así, sin entrar en cuestiones técnicas, podemos decir que lo que nos espera no es nada agradable, pero…

Siempre existe la posibilidad de mirar la botella medio llena, me explico: Efectivamente, creo que tiene razón Juan Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, al creer que esta crisis no será tan fuerte como la financiera del 2008, “no es una guerra mundial, no se han lanzado bombas, no se ha destruido nada, las fabricas existen, los comercios, los hoteles, las ciudades, estamos preparados para echar andar un minuto después de tener acorralado al virus” ha mencionado el financiero vasco.

Comparar los daños provocados por la pandemia del covid-19 con los que se produjo en la España de 1939   tras 3 años de guerra civil, y en el marco de una segunda guerra mundial, es totalmente descabellado.

Entonces ¿a qué viene tanto alarmismo? ¿a cuenta de qué los empresarios más importantes del país con la   Conferencia Empresarial a la cabeza y las dos primeras entidades financieras a nivel internacional, hacen este tipo de declaraciones tan lejos del criterio de expertos en la materia que afirman que la recuperación de la producción en Europa se producirá en el segundo semestre del años 2021? El P.I.B. en la Unión Europea se prevee bajará un 9,5%, y en algunos países como España o Italia se podrá perder hasta el 11,5%, pero el sistema bien lubrificado por el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional contribuirá a que no cunda el pánico.

Si leemos entre líneas, lo que conviene a la gran patronal, a las multinacionales, es mantener el miedo de la clase trabajadora, y dominar de esa forma el salario del miedo. Obligar al gobierno de España, al Psoe y Unidas Podemos a no derogar la reforma laboral del PP con el gobierno de Mpunto Rajoy es una prioridad del capitalismo neoliberal carroñero. Fomentar entre la clase obrera el temor a perder un puesto de trabajo, aunque éste sea miserable, es prioritario para el sistema. Se trata de propagar la pandemia del hambre, de publicitar la “guillotina” que cortará tu cabeza en caso de no acatar las condiciones de contratación.

El primer paso es alargar el plazo de los ERTE, para establecer los niveles de productividad con el mínimo de personal, posteriormente la flexibilidad del despido para aquellas empresas que declaren “perdidas” suficientes que motiven la reducción de plantilla a coste 0.

Todo está preparado para el apocalipsis pero el laboral, aprovechar la crisis sanitaria para seguir explotando al máximo al trabajador, la anterior nos dijeron que era nuestra culpa “por vivir por encima de nuestras posibilidades”, ahora ¿que excusas tendrán para rebajar los ya inexistentes derechos laborales?

No se lo crean, la crisis no es apocalíptica, si acaso lo será para los de siempre, los parias, los desterrados hijos de Eva, los otros cobrarán beneficios a pesar de todo, aunque sea a costa del currito de turno,

 

 

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