Para muchas personas el covid es y será uno de los momentos más difíciles de sus vidas. Mientras ha durado el confinamiento han pasado por emociones intensas y contradictorias, han sufrido soledad o hacinamiento, angustia y tristeza, miedo y desesperanza. Han tendido que reinventar el uso del tiempo, adaptándose a su paso lento y sin divisiones horarias.
El cuerpo y el movimiento han tenido que ajustarse a la inactividad o a ejercicios muy limitados y dirigidos desde una videocámara. Han perdido el contacto con muchas personas queridas, han sufrido la presencia coactiva de ejército y policía en las calles y el temor al contagio en la proximidad de cualquier otra persona. También han tenido que sufrir la desinformación, los bulos, las contradicciones y el descrédito del estado. Muchos personas han sufrido la pérdida de un ser querido, acumulando tres duelos. La pérdida de la persona querida, la pérdida de la libertad y en muchísimos casos, la pérdida de su modo de subsistencia.
Demasiado dolor en un escenario mundial que no deja de ser apocalíptico, hace muy difícil regresar a la normalidad.
Pero toca ahora hacer la desescalada estipulada por el estado y toca, a cada uno a título personal, hacer la desescalada emocional para ir a una «nueva normalidad». Para ello sugiero tener en cuenta los siguientes aspectos, a modo de guión para el cuidado emocional y el regreso a la tranquilidad.
1.-Balance de daños. Identificar el impacto emocional que se sufre. Clarificando las diferencias que se perciben antes y después, para diagnosticar la existencia de un posible trauma emocional.
2.-Búsqueda de soluciones. O tratamiento psicológico para las alteraciones o síntomas. Prestando especial atención a las anteriores al confinamiento.
3.- Recuperación de la confianza corporal. Volver a tener un sentido de confianza en el propio cuerpo, de salud y de vigor orgánico, por medio de ejercicios en los espacios abiertos, al aire libre.
4.- Recuento de éxitos. Integrar en la biografía personal las experiencias vividas como logros personales de resistencia y superación.
6.- Recuperar autoestima y autoeficacia. Planificando acciones para recuperar un
sentido de eficacia, seguridad y autoestima en el exterior. Atendiendo a las medidas de autoprotección y a la búsqueda de información contrastada sobre cómo llevarla a cabo.
4.- Recuperar espacios. Poniendo en marcha estrategias para sobrellevar la nueva cotidianidad, pero prestando especial atención y festejando cada derecho recuperado.
7.- Apoyo Social para el cambio. Rodearse de personas de confianza para discutir los pasos que se quieran dar y hasta donde se quiere llegar para recuperar la normalidad
8.-Catalogar la catástrofe. Investigando las causas para darle un sentido dentro la historia de la humanidad, ya sea político, ecológico, militar o zoológico, para integrarlo en la biografía personal.
9.- Disfrutar los cambios adquiridos. Para incorporar a la vida cotidiana lo aprendido en este proceso, seleccionando lo que se quiere conservar.
10.-Diseñar un plan B. Buscar alternativas y trazar un plan de acción para trabajar o disfrutar del ocio. Haciendo balance de los recursos personales y de las oportunidades viables.
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