FIRMAS Joaquín 'Quino' Hernández

OPINIÓN | El bar de Pepe | El manual de la ambición | Joaquín Hernández

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No se si el famoso libro de Pedro Sánchez, “Manual de Resistencia”, tiene un título adecuado y lo que él llama “resistencia” en el día a día de un político se debería llamar “ambición”.

El bochornoso espectáculo ofrecido por los dos partidos, que representan los “valores” de la izquierda solidaria en este país, aún llamado España,  y su lucha por el poder, por el poder político, por el poder para ostentarlo, para sentir la erótica del sillón en el Consejo de Ministros, ha llegado a tal punto  que el daño que le han hecho a la gente que votó ilusionada, el pasado 26 de Abril la opción socialista y progresista del Psoe y Unidas Podemos, es de tal magnitud que, un alto porcentaje, no volverán a depositar su voto a favor de esas opciones políticas jamás, nunca jamás.

El suicidio político de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no es solo que desaparezcan ambos del espectro político español, significa el suicidio de la izquierda a favor de la unión más peligrosa de la derecha española en los últimos 44 años.

En estos tres últimos meses hemos asistido a un baile de disfraces, a un aquelarre digno de dos brujos que han puesto en marcha la danza de los malditos, el peor escenario posible para el pueblo es observar cómo se devoran sus representantes, como se lanzan a la yugular de su adversario por un sillón en el salón del Consejo de Ministros del Palacio de la Moncloa.

El Psoe acusa a Podemos de querer un gobierno paralelo dentro del gobierno del Psoe. Podemos acusa al Psoe de no aceptar sus proposiciones de reparto del poder.

El Psoe recusa a Pablo Iglesias como compañero de viaje, sin embargo acuerda el gobierno de coalición sin el líder del partido con el que pretende gobernar. Todo un contrasentido, sobre todo si tenemos en cuenta que el propio Pablo Iglesias se aparta pero condiciona el pacto con la entrada de su pareja, Irene Montero, como vicepresidenta del gobierno, lo que quiere decir que todo queda en casa.

Por un lado los seguidores de Podemos, olvidándose de la “casta”, aprueba las líneas rojas de Iglesias para llegar a un acuerdo. Por el otro la ejecutiva del Psoe no quiere ceder ni un ápice de la oferta socialista.

Esta gentecilla, los unos y los otros, olvidan lo esencial que no es otra cosa que España y lo españoles, todos los españoles que esperan ilusionados un gobierno que gobierne para ellos, pensando en ellos, resolviendo los problemas que nos atañen a la gran mayoría de los 47 millones de habitantes de esta vieja piel de toro.

Olvidan la historia y parecen obviar que Adolfo Suárez (unos meses antes de presidir el primer gobierno elegido democráticamente en las primeras elecciones democráticas)  había sido Ministro Secretario general del Movimiento con Franco como jefe del Estado y del gobierno de la dictadura fascista, el mismo que pactó con el Partido Comunista de España e hizo posible que todos los componentes del Congreso de los Diputados, izquierda, derecha y centro, se pusieran de acuerdo para redactar la Constitución Española. No recuerdan que el propio Santiago Carrillo acató el sistema de monarquía parlamentaria como mal menor y avanzar en el estado de derecho, que se desmarcó del Partido Comunista de la URRSS y acuñó el euro comunismo, como una forma demócratica del comunismo a lo europeo. Los pactos de Toledo, ejemplo de política social y que supuso un antes y un después en la seguridad de millones de pensionistas.

Hoy estamos viendo un serial, “un culebrón”, donde se representa la comedía de las vanidades, de la locura de dos personajes que dicen hablar del sentir popular y lo que realmente hacen, o por lo menos es lo que percibimos todos, que no es otra cosa que demostrarnos que les importamos, nosotros, el pueblo “soberano” una puñetera mierda.

Mientras esto sucede el discurso de la derecha sigue siendo el mismo… “Mirar idiotas, esto es lo que tenéis, eso es lo que habéis elegido”.

La gente de izquierda moderada, los que están por encima de la hoz y el martillo, de la rosa o el clavel, del morado progresista, que votaron ilusionados una nueva etapa donde se pusiera solución a los innumerables problemas de los españoles.

Gabriel Rufián, hombre polémico donde los haya, ha sido el más sensato, y ha demostrado que el sentido común existe, y que “para Podemos era ya un éxito que un partido con poco más de 4 años de existencia, entrara en un gobierno de coalición, que una vez dentro demostrarían su valía, lo importante no eran las carteras”

Según el vaticinio de Iglesias, ante unas nuevas elecciones el 10 de noviembre, Pedro no volvería a ser presidente nunca jamás, y es posible que sea así, pero lo que él no sabe, ignora o prefiere ignorar, es que el Psoe fue el partido ganador, mientras que Podemos paso a ser la cuarta fuerza política del Congreso de los Diputados, perdiendo 32 diputados. Si Pedro Sánchez no consigue gobernar, Pablo Iglesias y Podemos el 11 de Noviembre de 2019 pasaran a la historia de la política española como lo hizo UPYD, eso lo tienen que tener clarísimo, y cuidado, porque por detrás existe un par de leones dispuestos a ocupar el lugar de Podemos en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo.

Hoy, 25 de Julio de 2019, será la segunda vez que Pablo Iglesias vote, conjuntamente con la derecha más furibunda de la historia de España, el NO a la investidura de un partido de izquierda.

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