EBFNoticias | Si la regla de gasto a la que están sometidas todas las Administraciones Públicas españolas permitía el año pasado al Ayuntamiento de Arona gastar algo más de 87,94 millones de euros, este utilizó de esos recursos casi 86,55 millones para servir al conjunto de los ciudadanos del municipio, lo que supone un porcentaje real de ejecución presupuestaria del 98,4%, según refleja el informe de liquidación de las cuentas municipales de 2018, una elevadísima cifra de ejecución.
Todo ello, además, se produce en un contexto en el que el Ayuntamiento redujo la carga fiscal a sus vecinos, bajando la contribución (el Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI) y en el que cumplió tanto con el Plan Económico Financiero (PEF) como con la Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que contiene la conocida como “regla de gasto”.
Eso no fue un obstáculo para que en los seis primeros meses de 2018 se alcanzara, incluso, el máximo de inversiones en muchos años, con 8,5 millones de euros, más que en todo 2017 y que la suma de los tres ejercicios anteriores.
Ya en el inicio del mandato, además, la corporación había procedido a pagar la totalidad de los préstamos heredados de los anteriores, por lo que, a día de hoy, el municipio se encuentra en una situación de deuda cero.
Al haber cumplido con todas las limitaciones que establecen tanto el PEF como la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el Ayuntamiento podrá ir destinando el remanente de tesorería a inversiones financieramente sostenibles, tal y como establece la legislación.
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