EBFNoticias | Ale Hernández | Puestos a ser honestos, lo que se vivió anoche, en el Auditorio Teobaldo Power de La Orotava, fue de aplauso recurrente, de emociones incontrolables y de complicidades manifiestas.
El cantautor madrileño Coque Malla desnudó su intrínseco ante un público sumamente exigente que dejó su arsenal a un lado para disfrutar de la calidad del maestro.
Como si de una obra teatral de tratase, y conjugando un sujeto y predicado digno de el más popular de los filósofos, Coque Malla arrancó su espectáculo sin miramiento alguno, mirada al frente, guitarra en mano y tonalidad vocal inquebrantable.
Haciendo alusión a lo que le mola subirse a un escenario y confesando ser fan de sí mismo, el cantautor madrileño interactuó, entre canción y canción, con su público tinerfeño.
Temas como «Santo ,Santo», «El último hombre en la Tierra», «Berlín», «Lo intenta», «La carta», «La mujer sin llave» y «Lo hago por ti», fueron la pauta para que todos y cada uno de los componentes del público presente aclamasen un «No puedo vivir sin ti» rotundo.
Entre miradas cómplices y luces tenues, Malla no pudo resistir la tentación de interpretar uno de los temas más populares de «su grupo preferido«: Los Ronaldos. «Guárdalo» fue uno de los puntos fuertes de la velada.
«Cachorro de León» fue la dedicatoria que ofreció tanto a su hermano como a sus sobrinos mellizos, recién nacidos, que le han hecho feliz.
Sentado, con sonrisa cómplice y orgulloso de haberse conocido, Coque explicaba una anécdota correspondiente a una cena junto a Jorge Drexler y a Rubén Blades que terminó con una característica interpretación de «Pedro Navaja».
Con un público absolutamente revolucionado ante tanto talento desbocado y sin prisa pero sin pausa el maestro Malla se despedía de su público tinerfeño no sin previamente dejar claro, con esa seguridad que caracteriza a los gigantes del escenario, a modo de declaración de intenciones y con forma de canción, que «Me quedo siempre junto a ti».
Anécdotas, Rock and Roll, sinergia, sensibilidad, calidad insuperable y un carisma arrollador, fueron los componentes que protagonizaron una velada inolvidable en la que Coque Malla dio rienda suelta a su arte con la humildad y la determinación que caracterizan a los grandes.
Anoche, en La Orotava, Coque Malla se desnudó con la libertad que conlleva estar a solas con su guitarra.
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