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Panamá (Las cuevas de Alí Babá). Por Joaquín Hernández

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La palabra inglesa offshore significa “paraíso fiscal”, están bajo el amparo de las viejas potencias coloniales. Países exentos de impuestos, los llamados paraísos fiscales son el sitio preferido por aquellos que poseen dinero negro a espuertas, desde algunos constructores, entidades financieras a narcotraficantes, entre otros, que quieren vivir en su propio país sin pagar un euro al Estado. 

Escondrijos de una cuarta parte de la riqueza privada mundial, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que, de pagar impuestos, cubrirían de sobra el déficit de muchos países europeos entre ellos España.

Los tiempos cambian. Las cuevas de los paraísos fiscales, antiguos paraísos piratas no guardan los tesoros de corsarios como Walter Raleigh o Francis Drake. El oro ha cambiado por divisas y está mejor protegido de la humedad en las cámaras acorazadas de los bancos. Sus propietarios ya no rapiñan su tesoro de ningún puerto, ahora tienen más ‘clase’: el tráfico de cocaína, el negocio del ladrillo, el dinero negro de las comisiones deportivas o la financiación de grupos terroristas, entre otros.

Sin embargo, no todo es ilegal, usted también puede guardar allí sus ahorros sin cometer ningún delito.

Los paraísos fiscales funcionan como caja de caudales de divisas extranjeras. La cultura popular les atribuye la condición de ilegales, una simplificación que no es cierta en muchos casos. Recurrir a estos países no tiene por qué implicar el cometer un delito, aunque actúen en el filo de la legislación internacional.

A pesar de la falta de transparencia de todos ellos, realizar algunas operaciones financieras es legal siempre que lo conozca el fisco del país ‘esquivado’. Este matiz marca la diferencia entre la ‘elusión fiscal’ y el delito por evasión.

Para enviar dinero a un paraíso fiscal, de forma legal o ilegal, el primer paso es contratar un abogado de aquel país. Si sólo es una elusión fiscal, es probable que el letrado pida referencias bancarias y documentos de identidad para evitar problemas.

En cualquier caso, el jurista crea una sociedad en el país, de la que será cabeza visible ante las autoridades, para gestionar el capital enviado.

En caso de ser un delincuente, esta empresa actuará normalmente como una ‘sociedad pantalla’, un falso espejo para despistar a los investigadores policiales. Lo más probable es que esta ‘compañía’ reciba numerosos depósitos de dinero en pequeñas cantidades para evitar declarar ante el fisco.

Además, la policía tendrá difícil seguir estos movimientos porque gracias a Internet el capital puede llegar desde cualquier punto del globo: los bancos sólo controlan sus propios movimientos, y aquel que evade capitales, si es listo, suele controlar multitud de empresas falsas dirigidas por ‘hombres de paja’, aquellos que dan la cara por el verdadero propietario de la compañía.

Pongamos un caso práctico de evasión de impuestos “legalizada”: La Selección Española de Futbol.

Como todos sabemos la selección española de futbol ganó el mundial del 2010 en Sudáfrica. Gracias a este triunfo la FIFA abonó a la Federación Española 25 millones de euros de los cuales se comprometió a pagar 600 mil euros a cada futbolista integrante de la selección.

Entre España y Sudáfrica existe un convenio de doble imposición fiscal, de manera que este premio se considera una retribución de un trabajo realizado fuera del territorio español y les permite tributar en el país donde se lleva a cabo esa actividad.

Claro. La diferencia tiene su importancia. Si los miembros de la selección española hubieran declarado sus ingresos en España, como se espera de unos individuos que ondean la bandera rojigualda con tanto entusiasmo, habrían pagado un 43% de la prima. En  cambio la retención que se aplica en Sudáfrica es del 21%. Hagamos números: 22 futbolistas a 600.000€ son 13.200.000€

Si se les aplica la legislación vigente en España tendrían que haber  aportado a las cuentas públicas ESPAÑOLAS 5.676.000€.  Acogiéndose a la legislación sudafricana pagaron a la hacienda SUDAFRICANA 2.772.000€. Con esos 5.676.000€ se podrían haber pagado la pensión durante un mes a 7.000 pensionistas.

Mientras estamos en plena crisis estos futbolistas hacen patria aportando más de dos millones y medio a las arcas de la Hacienda de Sudáfrica, país que tanto ha hecho por ellos; y dejan de aportar más de cinco millones y medio a la Hacienda Española.

Unos patriotas. Eso sí; todo legal, por Dios. Hay mucho tiburón financiero disfrazado de corderillo solidario patriota.

Esta vez se ha levantado la “veda” y aparece un lisado con miles de nombres y apellidos que a nadie asombra, aparecer la hermana del Rey emérito Juan Carlos I y tía del actual Rey Felipe VI, Pilar de Borbón no extraña mucho habida cuenta que ya sabíamos que el Rey Juan Carlos mantenía cuentas en la banca Suiza, dicen de herencia de su padre y su abuelo, etc., etc., etc.

Testaferros de Wladimir Putin o Hugo Chávez, artistas como Pedro Almodóvar etc etc. etc. montaron su chiringuito financiero en Panamá, artificio que no precisamente tiene que ser “ilegal”.

Lo que sí es “alegal” es que nos hablen del “amor patrio”, del “civismo solidario”, de la “hacienda somos todos” porque eso, posiblemente, no será otra cosa que llamarnos gilipollas a todos los que pagamos nuestros impuestos en España, como marca la Ley,

 

 

 

 

 

 

 

 

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