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El acoso a los más débiles. Por Zeben Díaz

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No me hubiera gustado escribir nunca un artículo de este tipo. Esto significaría que las cosas siguen su curso normal y el gobierno le reconoce la labor a una organización que, este 2015, cumple veinte años de vida en el archipiélago. Labor que es palpable cuando se tira de historia y vemos los miles y miles de empleo que ha sido capaz de ofrecer a lo largo de sus veintiseis años de historia en todo el territorio nacional.

Por si no le ha quedado claro, me refiero a la Organización Impulsora de Discapacitados. Me refiero a una organización que lo único que ha hecho es crear una ONG (podrían haber creado un empresa, pero no) para luchar por la integración social, laboral, deportiva, cultural y política del colectivo de personas con discapacidad, a los que la ONCE discriminaba, pues sólo estaba «disponible» para personas ciegas.

Como muchos de ustedes ya saben (y si no se los recuerdo cuando quieran en mi Twitter: @Zebendiaz), hasta septiembre de 2014 fui el Director de Comunicación nacional de esta organización durante casi siete años. Siete años donde viví, sufrí, disfruté, lloré, amé, extrañé, añoré y aprendí, aunque decidí volver a Canarias por una situación personal. Pero no es esta la cuestión, la cuestión es contar mi experiencia con todo lo que está pasando con la televisión de ámbito nacional LaSexta.

En las últimas semanas, redactores del programa de la mecionada cadena, Equipo de Investigación, se pusieron en contacto con el actual departamento de comunicación de la OID porque querían grabar diferentes oficinas y cuestiones relacionadas con la organización. Hasta aquí todo puede ser normal, además de extraño, puesto que la Junta Directiva, y su presidente a la cabeza, Dionisio González Otero, puede parecer mejor persona, caer mejor o peor, cuestionar cualquier forma de actuar de la organización, pero nunca un motivo justo para que esta ONG, que da trabajo a más 4.000 personas (de ellas casi 800 en Canarias), se merezca ser protagonista en ese tipo de programa, donde todos ya sabemos de qué va y a lo que va.

Lo más extraño de todo es que hace ocho meses, cuando aún ostentaba el cargo de responsable de comunicación, también se puso en contacto conmigo el mismo programa. Por nuestra parte, para que vieran que no teníamos nada que esconder, abrimos todas las puertas, enseñamos documentos, mostramos nuestras oficinas, etcétera; hasta tal punto, que la redactora que llevaba «nuestro caso» me dijo que «no iban a seguir investigando más, puesto que no mostramos ni un sólo indicio de jugar sucio y que parecíamos una organización legal». Claro que lo somos. Tenemos número de protocolo en el Ministerio, lo que el Gobierno nunca nos ha querido reconocer la labor, porque protege un monopolio «montado» por la ONCE y Loterías y Apuestas del Estado, el cual está prohibido en Europa.

Lo triste de todo esto es que, a quien de verdad están haciendo daño, es a los miles de trabajadores y trabajadoras con algún tipo de discapacidad que forman esta gran familia. Personas que, gracias a la OID, se sienten útiles, valoradas y que pueden llevar a casa un sustento sin tener que «vivir del Estado».

Pero mi pregunta es ¿por qué este cambio repentino en siete meses? ¿por qué se vuelve a investigar a la OID si nunca encontraron indicios? ¿por que acosan y presionan a vendedores con discapacidad psíquica para que hablen mal? ¿a quién interesa todo esto? ¿quién orquesta o financia a este programa? ¿qué autoridad tienen para que policías nacionales entren en las oficinas OID con micrófonos y cámaras del citado programa de LaSexta?

Son muchas preguntas las que podríamos formularnos, pero voy a dejar, por último, la que más me ha llamado la atención y como propuesta al contenido a un nuevo captítulo de Equipo de Investigación: ¿Por qué no investigan a Jaume Roures, fundador de dicha cadena, al cual le «pillaron» 150 millones de euros en cerca de un centenar de cuentas repartidas por todo el mundo y, las cuales, estaban en paraísos fiscales, montándose estas en una cantidad total de casi cincuenta millones de euros?

Sinceramente, desde hoy dejaré de creer en el periodismo de LaSexta y llamaré a su programa «Equipo de Manipulación».

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